lunes, 31 de marzo de 2014

LECTURAS DEL LUNES 31 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Isaías 65,17-21.

17Mirad, yo voy a crear un cielo nuevo
y una tierra nueva;
de lo pasado no haya recuerdo
ni venga pensamiento,
18más bien gozad y alegraos siempre
por lo que voy a crear;
mirad, voy a transformar a Jerusalén en alegría
y a su población en gozo;
19me alegraré de Jerusalén
y me gozaré de mi pueblo,
y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos;
20ya no hagrá allí niños malogrados
ni adultos que no colmen sus años,
pues será joven el que muera a los cien años,
y el que no los alcance se tendrá por maldito.
21Construirán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán sus frutos.

Explicación.

65,17-19 El nuevo orden se establece con la abolición de la memoria doliente y la afirmación de la alegría plena. a)La memoria puede ser paralizante (43,18), puede ensombrecer el gozo presente, intimando su contingencia. No hace falta una memoria admonitoria (Dt 8). El nuevo universo: 2 Pe 3,13 y Ap 21,1. b) La alegría (35) compartida se llama fiesta: el pueblo festeja al Señor, el Señor a Jerusalén. Más aún, el Señor crea una ciudad y un pueblo convertidos en puro gozo: la alegría es su ser. Culmina la serie de 51,3; 54,1; 60,5; 62,5.

65,19b Puede verse Is 25,8 y la cita de Ap 21,4.

65,20 La longevidad es una de las bendiciones clásicas en el horizonte intramundano. Compárese con Sal 90,10.

65,21 Disfrutar del trabajo propio es una de las bendiciones (62,8-9). En el nuevo orden habrá una actividad fecunda y satisfactoria (cfr. Sal 104): se excluyen los agresores externos y los opresores internos.

Salmo. 30,2.4-6.11-13.

2 Te ensalzaré, Señor, porque has tirado de mí
y no has dado la victoria a mis enemigos.

4 Señor, alzaste mi vida del Abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
5 Tañed para el Señor, sus adictos,
dad gracias a su nombre santo:
6 Un instante dura su cóloera,
toda la vida su favor;
al atardecer se hospeda el llanto,
al amanecer el júbilo.

11 Escucha, Señor, ten piedad,
Señor, socórreme.
12 Cambiaste mi luto en danza,
me desataste el sayal
y me ceñiste de fiesta.
13 Así te canta mi alma sin callarme,
Señor Dios mío, te daré gracias siempre.


Explicación.

30,2 El verbo significa tirar de, jalar. El enemigo triunfante podría ser la Muerte personificada, como en Jr 9,20; Sal 49,15; Job 28,22.

30,4 "Bajar a la fosa" es expresión descriptiva corriente: Sal 28,1; 88,5; 143,7.

30,6 Alternativa: "su cólera inspirada ansiedad, su favor da vida". Compárese con Is 54,7.

30,13 "Por siempre": ¿qué significa esta frase en el horizonte mental del autor? Lo ha dicho en el v.7 y fue presunción. Esta vez la muerte no ha lanzado la carcajada del triunfo, pero al final cantará victoria (Sal 49,9). Si esta vez no ha sucedido, pronto bajará el orante a la fosa y ya no alabará a su Dios. Para él "por siempre" significa mientras viva: Ex 21,6; Lv 25,46.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

En el horizonte cristiano la última frase consigue la plenitud de sentido. Primero en Cristo (Jn 17), después en los cristianos. Pablo llama a la muerte "el último enemigo" (1 Cor 15,26) y anuncia su derrota final (1 Cor 15,56). 

Evangelio. Juan 4,43-54.

43. Al cabo de los dos días salió de allí para Galilea,
44. pues Jesús mismo había declarado que a ningún profeta se le honra en su propia tierra.


 Termina el ciclo de las instituciones. Acogida en Galilea y vuelta a Caná.

45. Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, por haber visto personalmente todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también elloa habían ido a la fiesta.
46.a. Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.


CICLO DEL HOMBRE. EL ÉXODO DEL MESÍAS (4,46b-11,54) Episodio programático: Señales de vida, no alardes de poder.

46b. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.
47. Al oír éste que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le pidió que bajase y curase a su hijo, que estaba para morirse.
48. Le contestó Jesús:
- Como no veáis señales portentosas, no creéis.
49. El funcionario le insistió:
- Señor, baja antes que se muera mi chiquillo.
50. Jesús le dijo:
- Ponte en camino, que tu hijo vive.
Se fio el hombre de las palabras que le dijo Jesús y se puso en camino.
51. Cuando iba ya bajando lo encontraron sus siervos, y le dijeron que su chico vivía.
52. Les preguntó a qué hora se había puesto mejor, y ellos le contestaron:
- Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.
53. Cayó en la cuenta el padre de que había sido aquélla la hora en que le había dicho Jesús: “Tu hijo vive”, y creyó él con toda su familia.
54. Esto hizo Jesús, esta vez como segunda señal, al llegar de Judea a Galilea.







EXPLICACIÓN.

Dos días, cf Os 6,2: En dos días nos hará revivir. La fe, fruto del contacto personal con Jesús (41-44). Salvador del mundo, cf. 1,29: el que quita el pecado del mundo; 3,16. El tema del profeta rechazado por los suyos se había hecho proverbio (Mt 13,57; Mc 6,4; Lc 4,24; Jr 12,6-9; cf. Jn 1,11).

45 – 46a. Resonancia nacional de la actividad de Jesús en Jerusalén. Se cierra el ciclo en que Jesús ha propuesto la sustitución de las antiguas instituciones y ha sido rechazado. Va a comenzar una nueva etapa de su actividad, con un cambio de táctica.

46b-54. Episodio en paralelo con el de la boda en Caná, como segunda señal (54; cf 2,11). Constituye al mismo tiempo un segundo principio (segundo episodio programático).

El poder político (46b, el funcionario real) ve en Jesús un Mesías reformista y poderoso, según la interpretación de su persona y actividad dada en Jerusalén (2,17.23) (47). Preocupado por la situación del pueblo (el hijo) que depende de él, busca en Jesús un aliado del poder (le pidió que bajase a Cafarnaún) que procure una solución dentro del sistema de relaciones existente (subordinación). El poder, impotente para salvar (estaba por morirse). Jesús denuncia la mentalidad de los poderosos (no creéis); esperan la salvación de una demostración de poder (cf. Dn 3,31-33; 4,32), como en el antiguo éxodo (Ex 7,3.9; 11,9,10; 15,11). Jesús va a efectuar una liberación/éxodo, pero sin alarde de fuerza ni ostentación de poder (48). Chiquillo (49): cariño, pero dependencia (menor de edad). Jesús llama al enfermo tu hijo (50), subrayando la igualdad; la salvación implica la libertad, no puede efectuarse en la relación de dependencia. Su mensaje (sus palabras) son vida, que él comunica independientemente de la voluntad del poderoso (50-51).

El cambio de actitud de éste se manifiesta en el texto por los diferente modos de designarlo (46b.49: el funcionario; 50: el hombre; 53: el padre, cambio de relación). La hora séptima (52), que sigue a la sexta, hora de la muerte de Jesús (19,45), es aquella en que, terminada su obra, produce la vida con la entrega del Espíritu (19-30). Ambiente no judío; la salvación será universal y consistirá en comunicar vida al pueblo, independientemente del deseo de los dirigentes.

Esta segunda señal anuncia un comienzo y un programa de actividad. Supone la de Caná y se realiza desde el mismo lugar. El objetivo es el mismo, manifestar la gloria/amor (2,11), pero, ante una institución que rechaza el plan de Dios, Jesús va a dar vida al hombre directamente, fuera del marco institucional (54). 

domingo, 30 de marzo de 2014

LECTURAS DEL DOMINGO 30 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. 1 Samuel 16,1.6-7.10-13.

1El Señor dijo a Samuel:
-¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.
6Purificó a Jesé y a sus hijos y los convidó al sacrificio. Cuando llegó, vio a Eliab, y pensó:
-Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.
7Pero el Señor le dijo:
-No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia. El Señor ve el corazón. 
10Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel, y Samuel le dijo:
-Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.
11Luego preguntó a Jesé:
-¿Se acabaron los muchachos?
Jesé respondió:
-Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.
Samuel dijo:
-Manda a por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.
12Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo. Entonces el Señor dijo a Samuel:
-Anda, úngelo, porque es éste.
13Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Samuel emprendió la vuelta a Ramá.

Explicación.

16,1 Los verbos rechazar y elegir (m´s y bhr) se oponen: 1n 10,24 Samuel ha dicho que el Señor eligió a Saúl, en otras dos ocasiones dice que ha sido el pueblo. En este primer verso se emplea el verbo r´h ver, fijarse en, elegir. Toda la historia dramática que se va a contar está concentrada en esa simple oposición, ofrecida como palabra inicial y activa de Dios. Al lector se le da como clave de lectura teológica; ¿cuándo lo llegó a comprender Samuel?
       La función profética de ungir reyes se prolongará en otros, como Ajías de Siló y Eliseo. Sal 89,21.

16,6 Los dos primeros nombres significan: "Mi dios es padre", "mi padre es príncipe" (no tiene el componente -Ya, Yo- de Yahvé).

16,7 Juega con el verbo ver (=elegir) del v. 1: Dios "se ha fijado en uno", Samuel se fija en otro, -"apariencia" se forma de la misma raíz-. Compárese la oposición con la de Is 55,8.

16,11 Narrativamente está muy marcada la separación de David. Su oficio pastoril es un dato importante de la tradición (por ejemplo: Sal 78,70-72). Sin él no se celebrará el banquete sacrificial.

16,12 Se diría que el narrador se está fijando en las apariencias. La belleza de David puede pertenecer, al menos en parte, a la figura idealizada del monarca; es fácil que tenga fundamento histórico. En todo caso, es de notar que en Saúl y Eliab resaltaba la corpulencia, la robustez, en David la belleza; (Goliat las considera incompatible: capítulo 17).

16,12-13 La elección es estable: el espíritu, que irrumpe ocasionalmente en los jueces, se queda en David. Además, este "espíritu" cumple una función narrativa secundaria, en contraste con el "mal espíritu" de Saúl (v.4).

Salmo. 23,1-6.

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sisoigan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.


Explicación.
23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Evangelio. Juan 9,1-41. o* 9,1.6-9.13-17.34-38.

CUARTA SECCIÓN: EN JERUSALÉN. LA LUZ QUE LIBERA DE LA TINIEBLA. (9,1-10,21)
 
Curación del ciego. (9,1-12)


1.Al pasar vio Jesús un hombre ciego de nacimiento.
2. Le preguntaron sus discípulos:
-Maestro, ¿quién había pecado, él o sus padres, para que naciera ciego?
3. Contestó Jesús:
-Ni había pecado él ni tampoco sus padres, pero así se manifestarán en él las obras de Dios.
4. Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me envió. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar.
5. Mientras esté en el mundo, soy la luz del mundo.
6. Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, le untó su barro en los ojos
7. y le dijo:
-Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa “Enviado”).
Fue, se lavó y volvió con vista.
8. Los vecinos y los que antes solían verlo, porque era mendigo, preguntaban:
-¿No es éste el que estaba sentado y mendigaba?
9. Unos decían:
-El mismo.
Otros, en cambio:
-No, pero se le parece.
Él afirmaba:
-Soy yo.

10. Le preguntaron entonces:
-¿Cómo se te han abierto los ojos?
11. Contestó él:
-Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve a Siloé y lávate”. Fui entonces, y al lavarme empecé a ver.
12. Le preguntaron:
-¿Dónde está él?
Respondió:
-No sé.


Verificación del hecho e interpretación de los dirigentes. (9, 13-34)

13. Llevaron a los fariseos al que había sido ciego.
14. El día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos era día de precepto.
15. Los fariseos, a su vez, le preguntaron también cómo había llegado a ver. Él les respondió:
-Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
16. Algunos de los fariseos comentaban:
-Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no guarda el precepto.
Otros, en cambio, decían:
-¿Cómo puede un hombre, siendo pecador, realizar semejantes señales?
Y estaban divididos.
17. Le preguntaron otra vez al ciego:
-A ti te ha abierto los ojos, ¿qué piensas tú de él?
Él respondió:
-Es un profeta.

18. Los dirigentes judíos no creyeron que aquél había sido ciego y había llegado a ver hasta que no llamaron a los padres del que había conseguido la vista
19. y les preguntaron:
-¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
20. Respondieron sus padres.
-Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego.
21. Ahora bien, cómo es que ve ahora, no lo sabemos, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, ya es mayor de edad; él dará razón de sí mismo.
22. Sus padres respondieron así por miedo a los dirigentes judíos, porque los dirigentes tenían ya convenido que fuera excluido de la sinagoga quien lo reconociese por Mesías.
23. Por eso dijeron sus padres: “Ya es mayor de edad, preguntadle a él”.
24. Llamaron entonces por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron:
-Reconócelo tú ante Dios. A nosotros nos consta que ese hombre es un pecador.
25. Replicó entonces él:
-Si es pecador o no, no lo sé; una cosa sé, que yo era ciego y ahora veo.
26. Insistieron:
-¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27. Les replicó:
-Ya os lo he dicho y no me habéis hecho caso. ¿Para qué queréis oírlo otra vez? ¿Es que queréis haceros discípulos suyos también vosotros?
28. Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
-Discípulo de ése lo serás tú, nosotros somos discípulos de Moisés.
29. A nosotros nos consta que a Moisés le habló Dios; ése, en cambio, no sabemos de dónde procede.
30. Les replicó el hombre:
-Pues eso es lo raro, que vosotros no sepáis de dónde procede cuando me ha abierto los ojos.
31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que al que lo respeta y realiza su designio a ése lo escucha.
32. Jamás se ha oído decir que nadie haya abierto los ojos a uno que nació ciego;
33. si éste no viniera de parte de Dios, no podría hacer nada.
34. Le replicaron:
-Empecatado naciste tú de arriba abajo, ¡y vas tú a darnos lecciones a nosotros!
Y lo echaron fuera.


Encuentro de Jesús con el hombre. (9, 35-38)

35. Se enteró Jesús de que lo habían echado fuera, fue a buscarlo y le dijo:
-¿Das tu adhesión al Hombre?
36. Contestó él:
-Y ¿quién es, Señor, para dársela?
37. Le contestó Jesús:
-Ya lo has visto; el que habla contigo, ése es.
38. Él declaró:
-Te doy mi adhesión, Señor.
Y se postró ante él.


La explotación del pueblo y la alternativa de Jesús. (9,39-10,21)
 39. Añadió Jesús:
-Yo he venido a abrir un proceso contra el orden este; así, los que no ven, verán, y los que ven, quedarán ciegos.
40. Se enteraron de esto aquellos fariseos que habían estado con él, y le preguntaron:
-¿Es que también nosotros somos ciegos?
41. Les contestó Jesús:
-Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.


EXPLICACIÓN.

1-12. Jesús explica su declaración anterior: Yo soy la luz del mundo (8,12), dando vista a un ciego de nacimiento. El ciego, que no conoce la luz (1,4), es figura de los que nunca han podido saber lo que puede y debe ser el hombre. En paralelo con los enfermos de la piscina (5,3), representa a un sector del pueblo oprimido.

Fuera del templo (1: Al pasar). Pregunta de los discípulos (2): en el judaísmo se pensaba que la desgracia era efecto del pecado, que Dios castigaba en proporción a la gravedad de la culpa; los defectos corporales congénitos se atribuían a las faltas de los padres. Jesús rechaza esa concepción (3). Sentido simbólico de la ceguera (cf. 9,40s; Is 6,9s): este hombre representa a los que desde siempre (ni él ni sus padres) han vivido sometidos a tal opresión, que nunca han siquiera vislumbrado lo que significa ser hombre ni, por tanto, lo han deseado. Son otros los culpables de su ceguera. No es un castigo ni Dios es indiferente ante el mal (se manifestarán en él las obras de Dios).

Los discípulos han de asociarse a la actividad de Jesús (tenemos que trabajar), librando al hombre de su impotencia y dándole capacidad de acción. Las situaciones de injusticia son una llamada a colaborar con la acción de Dios. Urgencia (4: mientras es de día): aprovechar la oportunidad. Luz del mundo (cf. 8,12): misión liberadora (Is 42,6ss; 49,6ss).

Jesús pasa a la acción (6). Va a ponerle ante los ojos el proyecto de Dios sobre el hombre. La decisión de obtener la vista quedará en sus manos. El barro alude a la creación del hombre (Gn 2,7; Job 10,9; Is 64,7); se pensaba que la saliva transmitía la propia fuerza o energía vital; Jesús crea el hombre nuevo; compuesto de tierra/carne y saliva/Espíritu de Jesús; le untó su barro en los ojos, le pone ante los ojos su propia humanidad, la del Hombre-Dios, proyecto divino realizado; untar/ungir, en relación con Mesías (Ungido); lo invita a ser hombre acabado, ungido e hijo de Dios por el Espíritu.

Toca al ciego aceptar la luz y optar libremente por ella (7). Segunda piscina, ésta fuera de la ciudad (5,2: dentro de la ciudad), la del agua mansa (cf. Is 8,6s; cf. Jn 5,7: agitación del agua). El ciego ha alcanzado su integridad humana (volvió con vista); ha visto la luz, no a través de una enseñanza, sino gracias a su opción. Ha percibido lo que es el Hombre; la vista adquirida le permitirá distinguir los verdaderos valores de los falsos. Dar vista a los ciegos, símbolo de la liberación de la opresión (Is 29,18ss; 35,5.10; 42,6s).

Perplejidad en la gente (8). Era un mendigo: inmóvil (sentado), impotente, dependiente de los demás. Jesús le ha dado la movilidad y la independencia. La duda sobre la identidad del ciego refleja la novedad que produce el Espíritu; siendo el mismo, es otro (9). Soy yo, palabras que usa Jesús para identificarse él mismo (4,25s; 6,20; 8,24.28.58): nueva identidad del hombre acabado por el Espíritu. Interés por el hecho (10). Se repite el relato de la curación, mostrando su importancia (11); un hombre como él (cf. 9.1). Interés por la persona de Jesús (12): se ha suscitado una esperanza.

13-34. Los fariseos, enemigos de Jesús (7,47; 8,13) (13). Para Jesús no cuentan los preceptos de la Ley (14). Interrogatorio (15): a los fariseos no les interesa el hecho ni se alegran por él, quieren saber el cómo, para ver si ha habido infracción de la Ley. División de opiniones (16): un grupo toma como criterio de juicio la observación de la Ley (no guarda el precepto); otro parte de los hechos y descubre en ellos el poder de Dios (señales). Opinión del hombre (es un profeta) (17): no ha descubierto toda la realidad de Jesús, pero afirma que su actividad es de Dios (cf. 4,19).

Ahora los dirigentes, que incluyen a los fariseos (18). Ante el insoluble problema se refugian en la incredulidad. No quieren ver el hecho, que derriba los fundamentos de su sistema teológico. Doble pregunta a los padres (19): si su hijo nació ciego y, en caso afirmativo, cómo ha recobrado la vista; oculta esperanza de que el hecho sea falso. Los padres afirman el hecho que saben (20); los padres tienen miedo, el hijo no va a tenerlo (21); mayor de edad (21.23), capaz de hablar con libertad: la madurez dada por el Espíritu (cf. 6,10: “hombres adultos”). Presión de los dirigentes sobre el pueblo para evitar la adhesión a Jesús (22-23).

Ante la imposibilidad de negar el hecho, recurren a su autoridad doctrinal (24) y definen que la acción de Jesús es contraria a Dios (pecador). Quieren evitar el testimonio del hombre a favor de Jesús, que desprestigiaría a su institución. Intentan que reniegue de Jesús, pero él, con la nueva vida que experimenta, se niega a someterse. El hombre no se mete en cuestiones teológicas; opone el hecho a la teoría (25). Intranquilidad de los dirigentes (26). Réplica (cf. Is 42,8: “Sordos, escuchad y oíd”). Pregunta irónica (¿queréis haceros discípulos suyos?).

La violenta reacción (28) muestra que la pregunta ha tocado en lo vivo. Están intentando rechazar la evidencia. Se refugian en el pasado (Moisés); optan por la Ley sin amor y en contra del amor fiel (1,17). No quieren leer directamente la realidad, donde se manifiesta el amor de Dios; la miran a través de una ideología rígida que la deforma. Quieren denigrar la persona de Jesús (no sabemos de dónde procede) (29). Los que exaltan la liberación antigua (Moisés) se oponen a la nueva. El hombre ridiculiza el argumento de los dirigentes (30-33). Su dicho es irrebatible; los dirigentes, acorralados, pasan al insulto (cf. 7,52) (34); soberbia (a nosotros). El hombre debería cegarse de nuevo para darles la razón. Sigue la violencia (y lo echaron fuera); el hombre que ha tenido la experiencia de vida es un obstáculo para su dominio.

35-38. Jesús no abandona al que ha sido fiel a la nueva visión de sí mismo y del mundo (35). Con su pregunta va a acabar la labor de iluminación que había comenzado. El Hombre se identifica con el modelo de hombre que Jesús le puso ante los ojos con su barro (9,6), la imagen de su misma persona, que descubría al ciego una nueva condición humana que antes desconocía. Jesús le pregunta si mantiene su adhesión al ideal que ha visto. El hombre no sabía que ese ideal estuviera realizado (36) y desea identificar al que lo realiza. Jesús se revela a él (37). Adhesión personal (38), se postra: expulsado de la institución judía, encuentra en Jesús el nuevo santuario (2,19-21), donde brilla la gloria/amor del Padre; es un adorador de los que el Padre busca (4,23).

No es misión de Jesús juzgar a la humanidad (3,17; 12,47), pero su presencia y actividad denuncian el modo de obrar del orden opresor (7,7; 8,23) y abren un proceso contra él (39): quienes estén por la liberación y la vida se pondrán de parte de Jesús. Se van a trastornar las situaciones establecidas (los que no ven, verán, etc.): los que nunca han podido conocer, como el ciego, experimentarán la acción/amor de Dios, y conocerán. Los que podían conocer, pero engañaban con una falsa doctrina, al consumar su rechazo de Jesús perderán para siempre la luz de la vida.

Los fariseos (40), jueces del ciego (9,13): pregunta irónica, con incredulidad y autosuficiencia: los que poseen el conocimiento basado en la Ley tienen la luz y nunca podrán perderla. Jesús los coge con su misma afirmación (41): no es pecado ser ciego (cf 9,3), sino serlo voluntariamente, rechazar la evidencia, como han hecho ellos (9,16.24). Además, imponen su mentira como verdad (cf. Is 5,20). Doble mala fe. Ejercen la opresión con plena conciencia de lo que hacen. Se obstinan en su mentira (vuestro pecado persiste; cf 8,23).

SÍNTESIS.


Hay hombres que, sometidos desde siempre a la opresión, no saben siquiera lo que significa la verdadera condición humana. Es misión de Jesús y de los suyos mostrar al hombre la posibilidad de vida plena, más que con palabras, con la realidad que viven y con gestos que realicen la salvación. Es un ofrecimiento gratuito que ha de ser aceptado libremente.

Los representantes del poder religioso-político se encuentran desconcertados ante la obra de Jesús, que echa abajo su teología. Reacción típica: después del impacto inicial, quieren neutralizar el hecho. Pretenden negar su existencia; al no poder hacerlo, recurren a su autoridad doctrinal para definir que lo que el hombre experimenta como bien y como vida es contrario a lo que Dios quiere. Aferrados a su ideología niegan la evidencia e invierten los valores, llamando al bien mal y al mal bien. Detrás de la ideología está su situación de privilegio, que defienden a toda costa. Al fracasar la coacción moral, recurren a la violencia, que muestra su irracionalidad y su mala voluntad. 

sábado, 29 de marzo de 2014

LECTURAS DEL SÁBADO 29 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Oseas 6,1-6.

1-Vamos a volver al Señor:
él nos desplazó y nos sanará,
nos hirió y nos vendará la herida.
2En dos días nos hará revivir,
al tercer día nos restablecerá
y viviremos en su presencia.
3Esforcémonos por conocer al Señor:
como la aurora es puntual su salida;
vendrá a nosotros como la lluvia,
como aguacero que empapa la tierra.
4-¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá?
Vuestra lealtad es nube mañanera,
rocío que se evapora al alba.
5Por eso los maté con las palabras de mi boca,
los atravesé con mis profetas
y mi sentencia brilla como la luz.
6Porque quiero lealtad, no sacrificios;
conocimiento de Dios, no holocaustos.

Explicación.

6,1-3 Las palabras del pueblo suenan a conversión sincera. El remedio está en el Señor: fe; él nos remediará: esperanza; viviremos en su presencia: enmienda. Sin embargo, el profeta descubre la falsedad de tal discurso. Más que conversión sincera, es cálculo, seguridad presuntuosa que somete al Señor a ritmos y módulos cósmicos. El Señor -piensan- es como la aurora: puntual e inevitable; como la lluvia que acude a la cita con sus dones. El Señor es perfectamente previsible, y el hombre puede controlar el mecanismo de la reconcialiación.
         Vivir en su presencia es gozar de su favor o proceder a su agrado. Los tres días: véase en 2 Re 20,5.8 la curación de Ezequías. A la luz del NT el verbo qwm se leerá como "resucitar". Quizás sea 3c duplicado de 5c.

6,4-6 Es como si en el Señor sobreviviniera un momento de indecisión: ¿cede o resiste? Hasta que responde repitiendo y retorciendo palabras e imágenes usadas por el pueblo. En el orden agrario, son ellos como rocío o nube: no fecundos, sino pasajeros; esperaban la aurora de Dios, y llegará, para sentencias; querían que vendase, y hiere, pedían vida, da muerte.
         COncluye con una frase lapidaria. La lealtad aquí tiene por término al Señor. Mt 9,13 la cita aplicándola a las relaciones humanas.

Salmo. 51,3-4.18-21.

3Misericordia, oh Dios, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
4lava del todo mi delito


y limpia mi pecado. 
18Un sacrificio no te satisface;
si te ofrezco un holocausto, no lo aceptas.
19Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado,
un corazón quebrantado y triturado,
tú, Dios, no lo desprecias.
20Dígnate favorecer a Sión
y reconstruye la muralla de Jerusalén;
21entonces aceptarás sacrificios legítimos,
ofrendas y holocaustos,
entonces sobre tu altar
se inmolarán novillos.
Explicación.
51,3 Al apelar a la piedad y compasión de la otra parte, implícitamente se reconoce culpable. 
51,18 El verbo aceptar puede tener valor técnico en el lenguaje cúltico: es la aceptación de Dios la que convalida un sacrificio.
51,19 "Quebrantado, triturado": hay que retener la imagen hebrea, plástica, vigorosa; nosotros decimos "estoy hecho polvo". Por la traducción griega y después la latina, la imagen perdió su materialidad y se convirtió en el concepto contrición, con su adlátere atrición.
51,20-21 Hacia finales del destierro o a poco de retornar, alguien añadió estos versos, actualizando el salmo. El destierro fue tiempo de triturar el corazón con la penitencia, de madurar en sensatez y de emprender el camino de vuelta. El Señor perdona y reconcilia (Is 40,2). En las nuevas condiciones, los sacrificios recobrarán su valor.
Después de los dos actos de la ceremonia, echamos de menos la palabra de Dios otorgando el perdón. La encontramos, transformada en anuncio profético, en Ez 36,22-28, como demuestran los términos básicos repetidos.
Trasposición cristiana. El salmo 51 es el Miserere, príncipe de los salmos penitenciales. Lástima que se haya desgajado del 50 y que no se haya valorado bastante la epíclesis o invocación al Espíritu. Podemos arrancar de 2 Cor 5,17-21 sobre el "ministerio de reconciliación". Al cual añado unas cuantas observaciones.
 Evangelio. Lucas 18,9-14.
9 Refiriéndose a algunos que estaban plenamente convencidos de estar a bien con Dios y despreciaban a los demás, añadió esta parábola:
10 -Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, el otro recaudador.
11 El fariseo se plantó y se puso a orar para sus adentros: "Dios mío, te doy gracias de no ser como los demás: ladrón, injusto o adúltero; ni tampoco como ese recaudador.
12 Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que gano".
13 El recaudador, en cambio, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; se daba golpes de pecho diciendo: "¡Dios mío, ten piedad de este pecador!"
14 Os digo que éste bajó a su casa a bien con Dios y aquél no. Porque a todo el que se encumbra, lo abajarán y al que se abaja, lo encumbrarán.


EXPLICACIÓN.

Dos maneras opuestas de orar (paralelo con 11,1-5). Sigue hablando a los discípulos (cf. 18,1), algunos de los cuales participan de la actitud farisea (cf. 16,15); el desprecio que éstos muestran por los demás es lo que provoca el escándalo (17,1-3a).

El fariseo no pide nada a Dios, como si no necesitase nada para sí. Está plenamente satisfecho de su condición presente (5,32: "los justos"; 7,30). Acción de gracias sólo aparente: monólogo de complacencia en sí mismo. Dios debería estarle agradecido por su fidelidad. Forma clase aparte (no como los demás); enumera los vicios de otros. Desprecio del recaudador. Sus prácticas religiosas, ayuno y diezmo, sin compromiso con el prójimo (11s).

Contraste con la figura del recaudador: su oración es una petición (cf. Sal 51), reconociendo su condición de pecador (13). El que cree que el amor de Dios se compra con el mérito de las obras, es rechazado por Dios; el que no siente necesidad de salvación, no puede recibirla. El que espera su rehabilitación del amor gratuito de Dios, la obtiene (14).

viernes, 28 de marzo de 2014

LECTURAS DEL VIERNES 28 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Oseas 14,2-10.

Conversión (Jr 3,14-22).

2Conviértete, Israel, al Señor, tu Dios,
que tropezaste en tu culpa.
3Preparad vuestro discurso
y convertíos al Señor; decidle:
"Perdona del todo nuestra culpa;
acepta el don que te ofrecemos,
el fruto de nuestros labios.
4Asiria no nos salvará,
no montaremos a caballo;
no volveremos a llamar dios nuestro
a las obras de nuestras manos;
en ti encuentra compasión el hérfano".
5Curaré su apostasía,
los querré sin que lo merezcan,
mi cólera ya se ha apartado de ellos.
6Seré rocío para Israel:
florecerá como azucena
y arraigará como álamo;
7echará vástagos, tendrá la lozanía del olivo
y el aroma del Líbano;
8volverán a morar a su sombra,
revivirán como el trigo,
florecerán como la vid, serán famosos
como el vino del Líbano.
9Efraín, ¿qué tengo yo que ver con las imágenes?
Yo contesto y miro. Yo soy abeto frondoso:
de mí proceden tus frutos.

Epilogo

10Quien sea sabio que lo entienda,
quien sea inteligente
que lo comprenda.
Los caminos del Señor son llanos,
por ellos caminan los justos,
en ellos tropiezan los pecadores.

Explicación.

14,2-9 Con todo, la matanza no es lo último. El puesto que ocupaban 2,16-25 y 11,8-11 en sus respectivas unidades lo ocupa este final en la tercera parte y en el libro entero. Por eso no es casual que se abra con una llamada a la conversión y se cierre con la garantía de los frutos. El desarrollo es lineal: invitación a convertirse (2), discurso del reo convicto y arrepentido (3-4), perdón y curación (5), y así Efraín florece y da fruto (6-8); diálogo final (9).
          Atraviesan el texto dos elementos conductores: la raíz shwb con derivados (2a.3a.5ab.8a), y paranomasias del nombre de Efraín. Del primero resulta el siguiente sentido: la "apostasía" se tiene que transformar en "vuelta", así "se apartará" la ira del Señor, y el pueblo "volverá y habitará".

14,3 "Fruto de los labios" (con leve correccíón) es la confesión del pecado (Sal 50,14.23).

14,4 Es una abjuración: de las alianzas políticas y de la idolatría. Establece una oposición radical entre "las obras de nuestras manos" y el Dios de Israel. Las primeras sean instituciones o imágenes idolátricas, son despiadados en exigir, impotentes en auxiliar. El Señor es salvador porque se compadece de los débiles.

14,5 Es el gozne del oráculo, que marca el cambio de dirección: la victoria del amor sobre la cólera, cerrando una serie: 3,1; 4,18; 8,9; 9,1.10.15; 10,11; 11,1.4; 12,5.

14,6-9 La coincidencia con temas y expresiones del Cantar de los cantares es llamativa: perfume, vino, azucena, ciprés (Cant 1,17), frondoso (Cant 1,16), sentarse a la sombra (2,3), rocío (5,2), florecer (6,11; 7,3).

14,9 Es dudosa la asignación de frases en este breve diálogo. La última frase la pronuncia el Señor. Gracias a él cumplirá Efraín el destino inscrito en su nombre.

14,10 Colofón probablemente añadido por el compilador del libro. Su lectura puede resultar extraña o difícil, exige un esfuerzo de comprensión y una actitud correcta. La palabra profética invita y desafía al hombre.

Salmo. 81,6-11.14.17.

6un pacto firmado con José
cuando salía de Egipto. 
 


6c-Oigo una lengua desconocida:
11c ensancha la boca, que te la llene.

 7Retira la carga de sus hombros,
sus manos se desprendieron* de la espuerta.
8En la aflicción clamaste y te libré,


te respondí oculto entre truenos;
te puse a prueba en Meribá*.
9Escucha, pueblo mío, que te amonesto,
Israel, ojalá me escuches:
10No tendrás un dios extraño
ni adorarás un dios extranjero.
11 Yo soy el Señor tu Dios

que te saqué de Egipto. 
14Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mis caminos. 
17Te alimentaría con flor de harina,
te saciaría de miel silvestre.
 
Explicación.

81,6 El texto hebreo dice "cuando salí contra / hacia Egipto" . Si el sujeto es el pueblo, habrá que corregir en "de Egipto", según Ex 20,2; si el sujeto es el Señor, recuerda la "salida" del Señor de Ex 11,4. Por el sentido, la "firma del pacto", es preferible la primera solución.
81 ,6c+ 11 c Traigo a este lugar el miembro colgante del v. 11 por razón del tema, reforzada por el ritmo. Otros prefieren trasladarlo al v. 17 o dejarlo en su lugar. El mensaje es misterioso: compárese con Nm 24,3s; Is 22,14; Job 4,12-16. La boca se llenará de palabras de Dios, según 2 Sm 23,3; Is 51,6; Jr 1,10; Ez 3,2s.

81,7 "Cargas y hombro" sintetizan toda la opresión, bien conocida de los oyentes: Ex 1,11 ;2,11; 5,4s; 6,6s. * O: abandonaron.
81,8 Es original la expresión "oculto en un trueno", en un ocultamiento atronador. Parece referirse al Sinaí (Ex 20): cuando Dios escondió su palabra al pueblo y se la reveló a Moisés. El trueno escondía su voz articulada. Toda la tradición dice que en Meribá fue el pueblo quien tentó a Dios: el salmo cambia los papeles. * = Fuente Careo.

81,9 El imperativo "escucha" se repite en Dt con valor estructural: 4,1; 6,4; 9,1; 27,9. El primer hemistiquio se lee en una liturgia penitencial: Sal 50,7.
81,10 Ex 20,3-5.

81,11-12 La fórmula "Yo soy Yhwh tu Dios" se lee solamente aquí y en los dos decálogos: Ex 20 y Dt 5. 

81,14-17 Como paralelo de estos versos finales, léase Is 48,17-19.  

81,17 Compárese con los siete productos de Dt 32,13s.

Trasposición cristiana.
También la Iglesia sufre la tentación de encasillar grandes mensajes en ceremonias litúrgicas, neutralizando su fuerza. El mensaje nuevo, desconocido,
de Jesús (Jn 3,11 s) debe conservar siempre su novedad y extrañeza. A propósito del v. 13 citan varios Padres Rom 1,24.26.28.



Evangelio. Marcos 12,28-34.

(Mt 22,34-40; Lc 10,25-28)
28Se le acercó un letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos?
29Respondió Jesús:
-El primero es: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". 31 El Segundo, éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios.
34Viendo Jesús que había respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del reino de Dios.
Y ya  nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Explicación.
(12,28-34): Un letrado fariseo. Busca solución a una discusión de escuela (28). Respuesta de Jesús: En el AT no había un sólo mandamiento principal, sino dos: el amor/fidelidad a Dios era inseparable del amor/lealtad al hombre. Dios era el valor absoluto (con todo tu corazón, etc.), el hombre, relativo (como a ti mismo). Tal era el llamamiento hecho a Israel en la antigua alianza (Escucha, Israel, cf. Dt 6,4s), que los dirigentes han traicionado con su explotación del pueblo (11,17) (29-31). El ideal de amor propio del Reino será propuesto en la institución de la eucaristía (14,22-25; d. 10,45; 13,37). El letrado afirma la precedencia de estos dos mandamientos sobre los preceptos cultuales, que pretendían honrar solamente a Dios (32-33). Quien está por el bien del hombre no está lejos del Reino (cf. 1,15: enmienda). Invitación implícita de Jesús. El letrado no da su adhesión a Jesús. Teoría sin práctica (34).

jueves, 27 de marzo de 2014

LECTURAS DEL JUEVES 27 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Jeremías 7,23-28.

23Ésta fue la orden que les di:
"Obedecedme, y yo seré vuestro Dios
y vosotros seréis mi pueblo;
caminad por el camino
que os señalo, y os irá bien".
24Pero no escucharon ni prestaron oído,
seguían sus planes,
la maldad de su corazón obstinado,
dándome la espalda y no la cara.
25Desde que salieron vuestros padres
de Egipto hasta hoy
les envié a mis siervos los profetas
un día y otro día;
26pero no me escucharon ni prestaron oído,
se pusieron tercos
y fueron peores que sus padres.
27Ya puedes repetirles este sermón,
que no te escucharán;
ya puedes gritarles, que no te responderán.
28Les dirás: Esta es la gente
que no obedeció al Señor, su Dios,
y no quiso escarmentar;
la sinceridad se ha perdido, extirpada de su boca.

Explicación.

7,23-28 Continúa la polémica contra el culto mal entendido, interrumpida por el tema de la intercesión. Está compuesto en prosa deuteronomística. La alianza propuesta en el Sinaí imponía como condición fundamental la aceptación libre y la obediencia o cumplimiento. Sellaba la relación mutua entre el Señor y el pueblo. El pueblo lo aceptó globalmente. Ahora bien, en las cláusulas del decálogo no figura mandato alguno sobre sacrificios y otras prácticas de culto. El culto es el "tributo" que el vasallo ofrece al soberano. Pues bien, el Señor no pide semejante tributo como condición de la alianza; exige y se contenta con la obediencia (1 Sm 15,22).

7,24 Le dan la espalda porque no se atreven a encararse con Dios.

7,25 Los profetas actualizan la alianza para cada generación: Moisés es el primero (Dt 18); no faltan en la época de los Jueces (Jue 6,8), sigue la cadena con Samuel. Véanse 25,4.15; 29,19; 44,4. Las rebeliones comenzaron junto al Mar Rojo (Sal 106,7).

7,26 "Tercos": endureciendo la cerviz como novillo rechazando el yugo: Éx 32,9; 33,3; 34,9; Dt 9,6.13.

7,28 La "sinceridad" en las palabras que dirigen a Dios.

Salmo. 95,1-2.6-9.

(Heb 3,7-4,10)


1Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
2entremos a su presencia con acción de gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos. 

 6Entrad, doblegados rindamos homenaje
bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  

¡Ojalá le hagáis caso hoy!:
8«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de la prueba en el desierto:
9cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mi acción.
Explicación.

95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música. 

95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
95,8-9 Por la etimología, Meribá suena a Fuente del careo, Masá, a someter a prueba; compárese con Dt 33,8. 
Trasposición cristiana.
 

Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.

Evangelio. Lucas 11,14-23.

14 Estaba Jesús echando un demonio que dejaba mudo y, apenas salió el demonio, el mudo habló. Las multitudes quedaron admiradas,
15 pero algunos de ellos dijeron:
- Echa los demonios con poder de Belcebú, el jefe de los demonios.
16 Otros, para tentarlo, le exigían una señal que viniera del cielo.
17 Él, calando sus intenciones, les dijo:
- Todo reino dividido queda asolado y se derrumba casa tras casa.
18 Pues si también Satanás se ha dividido ¿cómo va a mantenerse en pie su reino? ..., ya que decís que yo echo los demonios con poder de Belcebú.
19 Ahora, si yo echo los demonios con poder de Belcebú, vuestros adeptos, ¿con poder de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces.
20 En cambio, si yo echo los demonios con la fuerza de Dios, señal de que el reinado de Dios ha llegado hasta vosotros.
21 Mientras el fuerte bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros.
22 Pero cuando otro más fuerte que él lo asalta y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte el botín.
23 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no reúne conmigo, dispersa.


Explicación.

La llegada del reinado de Dios. 14-36. Tríptico (14-26; 27s; 29-32). La frase inicial menciona una actividad de Jesús que viene de antes; aquí el proceso de liberación llega a su término. El demonio representa una ideología, que, en este caso, encierra al hombre en sí mismo, impidiéndole la comunicación: el exclusivismo de Israel (cf. 1,20.22: mudez de Zacarías).

Tres reacciones: general, de admiración (14, cf. 1,64s); otra, acusación de magia (15: Belcebú, nombre del demonio en la superstición popular; "Satanás", nombre teológico del Enemigo del hombre y de Dios, símbolo del poder y la ambición); tercera reacción: pedir una señal (16: cf. 11,29-32). La liberación del sordomudo, señal mesiánica (7,22; Is 35,5), pero no lo estiman suficiente.

Respuesta a la acusación de magia (agente de Belcebú) (17-23): absurdo que la liberación se efectúe por encargo del opresor (17s). No dirán que sus exorcistas están también en favor del demonio que intentan expulsar (19). La fuerza de Dios, lit. "el dedo de Dios", en Éx 8,15, causante de una plaga en Egipto, que endureció al faraón; la acción liberadora ya no se ejerce por medio de plagas, sino directamente con el hombre, aunque causa en algunos el mismo endurecimiento. Conclusión: el reinado de Dios está presente (20).

El fuerte (21), figura de Satanás; el palacio, en paralelo con el del sumo sacerdote (22,55): el poder religioso establecido está incluido en la figura de Satanás. Jesús es "el más fuerte" (cf. 3,16). La actividad de Jesús se propone desmantelar la institución judía (22). Hay que tomar partido: quien no se asocia a esa actividad se declara enemigo de Jesús. Con esta labor, Jesús va reuniendo el trigo en el granero (3,17); quien no colabora, pone obstáculos a esa cosecha (23).

miércoles, 26 de marzo de 2014

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 26 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Deuteronomio 4,1.5-9.

1>>Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño a cumplir; así viviréis y entraréis y tomaréis posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
5Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis, en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. 6Ponedlos por obra, que ellos serán vuestra prudencia y sabiduría ante los demás pueblos, que al oír estos mandatos comentarán: "¡Qué pueblo tan sabio y prudente es esa gran nación!" 7Pues ¿qué nación tan grande tiene un dios tan cercano como está el Señor, nuestro Dios, cuando lo invocamos? 8Y ¿qué nación grande tiene unos mandatos y decretos tan justos como esta ley que yo os promulgo hoy? 
9>>Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos.

Explicación.

4,1 El comienzo puede leerse como consecuencia de la historia contada por Moisés, pero las fórmulas son de comienzo. Recurren las fórmulas "escucha" (5,1; 6,4; 9,1). "mandatos y decretos", el título "Dios de vuestros padres" alude a la promesa patriarcal. La entrada en la tierra está condicionada, como en 8,1.

4,5 "Mandatos y decretos" es una de las binas (endíadis) que expresan la totalidad. Su cumplimiento se propone aquí, no como condición para entrar, sino como tarea en la tierra ya ocupada; y en su cumplimiento concreto y sucesivo se realiza la lealtad radical: del primer mandamiento cuelgan los demás.

4,6-7 Sabiduría o sensatez y prudencia son cualidades humanas, internacionales, cultivadas y estimadas por otros pueblos. Israel posee una sensatez propia, recibida de Dios como orden de vida (véase la identificación en Eclo 24,23; Bar 4,1). Una vida según los preceptos será testimonio ante el resto de las naciones; por ella Israel será reconocido como "gran nación" -esto se dice cuando los judíos forman una pequeña provincia del gran imperio persa-. En el cumplimiento de esa ley, más que en el templo, Israel tendrá a su Dios cercano. Lo puede invocar, pronunciando su nombre, sin necesidad de imágenes, con una relación más personal y exigente. Is 55,6.

4,8 Ni los famosos códigos de otros pueblos (p. ej. el de Hammurabi) se pueden comparar con el código legal de Israel, que es un humanismo revelado y garantizado por Dios.

4,9 Los hechos recientes apoyan la observancia, porque los mandatos se fundan en los beneficios procedentes de Dios; su cumplimiento tiene algo de respuesta agradecida. De aquí la importancia de la memoria en la religiosidad de Israel (cfr. Sal 78).

Salmo. 147,12-13.15-16.19-20.

12Glorifica, Jerusalén, al Señor,
alaba a tu Dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y bendice a tus hijos dentro de ti; 
15que envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre velozmente;
16que envía la nieve como lana

y esparce la escarcha como ceniza; 
19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel.
20Con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!
Explicación.
147,13 Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad. 
147,15-18 Llega la estación invernal. En manos de Dios los meteoros hostiles resultan domésticos: lana blanca y protectora, ceniza, resto de un fuego de hogar, mendrugos, restos de pan. Más importante el dominio de Dios que, en su sazón, con un soplo, sacude el letargo invernal: compárese con Eclo 43,17-22. Del mismo modo controla los inviernos de la historia.
147,16 Job 37,6. 
147,19 La terna "mensaje, decretos y mandatos" remite al Dt e implícitamente a la alianza.
147,20 La leyes privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.

Trasposición cristiana.
Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio. 
  Evangelio. Mateo 5,17-19.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
                  19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:
20 porque os digo que, si vuestra fidelidad no se sitúa muy por encima de la de los letrados y fariseos, no entráis en el reino de Dios.

EXPLICACIÓN.

17 - 20.        Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios). Fidelidad (20) en calidad y totalidad: es insuficiente el legalismo, como queda claro en el desarrollo subsiguiente (5,21-6,18), se requiere una nueva actitud, pero el discípulo no puede ser negligente. La puerta para entrar en el Reino es la primera bienaventuranza (5,3), que crea la nueva actitud: a ella se refiere esta fidelidad.

martes, 25 de marzo de 2014

LECTURAS DEL MARTES 25 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Isaias 7,10-14; 8,10.

Segundo aviso: el signo de Emanuel (Jue 13; 16; Mt 1,13).

710El Señor volvió a hablar a Acaz:
11-Pide una señal al Señor, tu Dios; en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.
12Respondió Acaz:
-No la pido, no quiero tentar al Señor.
13Entonces dijo Dios:
-Escucha, heredero deDavid:
¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? 14Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la joven está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.
810Haced planes, que fracasarán;
pronunciad amenazas, que no se cumplirán,
porque tenemos a Emanuel.

Explicación.

7,10-14 El hombre no puede exigir signos, puede pedirlos; si Dios los ofrece, el hombre debe aceptarlos. El rey se resiste por falsa humildad, que encubre una fe vacilante. Signos del cielo pueden ser estelares o meteoros; del abismo, deben de estar relacionados con los muertos. (cfr. Mt 12,39-41).
             "La joven" es, en el contexto histórico, la esposa del rey. El niño es Ezequías, que asegura la continuidad de la dinastía. 

8,10 Invitación irónica, a preparar minuciosamente el fracaso, la derrota (cfr. Sal 2,2). "No se cumplirá: cfr. 14,24-27.

Salmo. 40,7-11.

7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
11 No me he guardado en el pecho tu justicia,
he anunciado tu verdad y tu salvación,
no he negado tu lealtad y fidelidad
a la asamblea numerosa.


Explicación.

40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.  

Segunda Lectura. Hebreos 10,4-10.

4Es que es imposible que sangre de toros y cabras quite los pecados; 5por eso, al entrar en el mundo dice él:

                   Sacrificios y ofrendas no los quisiste,
                   en vez de eso, me has dado un cuerpo a mí;
                  6holocaustos y víctimas expiatorias
                  no te agradan;
                  7entonces dije: "Aquí estoy yo
                  (en un título del libro está escrito de mí)
                   para realizar tu designio, Dios mío" (Sal 40,7-9 LXX).

                  8Primero dice: "Sacrificios y ofrendas, holocaustos y víctimas expiatorias ni los quieres ni te agradan" -éstos son los que manda ofrecer la Ley- 9y después añade: "Aquí estoy yo para realizar tu designio". Deroga lo primero para establecer lo segundo. 10Por esa voluntad hemos quedado consagrados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesús Mesías, única y definitiva.

Explicación.

Esta situación no podía ser definitiva, y el autor lo prueba con la cita de Sal 40,6-8, considerado como profecía mesiánica (está escrito de mí). El único sacrificio válido es la entrega del hombre a la realización del designio de Dios (4-7). Este nuevo sacrificio invalida todos los anteriores, y gracias a la entrega de Jesús Mesías, el hombre está capacitado para realizar este designio (8-10).

Evangelio. Lucas 1,26-38.

26 A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea que se llamaba Nazaret,
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
28 Entrando adonde estaba ella, el ángel le dijo:
- Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.
29 Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era aquél.
30 El ángel le dijo:
- No temas, María, que Dios te ha concedido tu favor.
31 Mira, vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo, y le pondrás de nombre Jesús.
32 Éste será grande, lo llamarán Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado;
33 reinará para siempre en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin.
34 María dijo al ángel:
-¿Cómo sucederá eso, si no vivo con un hombre?
35 El ángel le contestó:
- El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, al que va a nacer lo llamarán "Consagrado", "Hijo de Dios".
36 Y mira, también tu pariente Isabel, en su vejez, ha concebido un hijo, y la que decían que era estéril está ya de seis meses,
37 porque para Dios no hay nada imposible.
38 Respondió María:
- Aquí está la sierva del Señor; cúmplase en mi lo que has dicho.
Y el ángel la dejo.


EXPLICACIÓN.

La concepción de Juan estaba en paralelo con la de Isaac; la de Jesús lo está con la creación de Adán. Nace de Dios mismo y es principio de una nueva humanidad.

Nazaret (26), nunca nombrado en el AT: lugar no ligado a promesa o expectación mesiánica alguna; esta intervención divina no va a representar una continuidad con el pasado. Galilea, la provincia alejada del centro de la institución judía. La escena no se desarrolla en ambiente oficial: no en el templo, sino en una casa; su protagonista no es un sacerdote, sino una virgen (27) sin genealogía ni mención de observancia (cf. 1,6). Sentido teológico de la virginidad: la absoluta fidelidad a Dios (por oposición a la esposa "adúltera" o "prostituida", figuras del pueblo extraviado, cf. Os 2,4ss; Jr 3,6-13; Ez 16). María representa a "los pobres" de Israel, sin relieve social.

Saludo de alegría (cf. Zac 9,9; Sof 3,14), horizonte de salvación (28). Favorecida: la que goza del pleno favor divino; amor de Dios a los israelitas fieles; el Señor está contigo: fórmula usual en Lucas para indicar la solicitud de DIos por un determinado personaje (Lc 1,66; Hch 7,9; 10,38; 11,21; 18,10; cf. Dt 2,7; 20,1, etc). El saludo no provoca temor (cf. 1,12).

Te ha concedido un favor (30: cf. Gn 6,8; Jue 6,17, etc.); Dios miró a Israel con favor en el momento de su elección; la fidelidad de este Israel pobre le asegura ese favor en el presente. José, el descendiente de David (27), no tiene papel alguno en el plan anunciado por el ángel, Jesús (31) = Dios salva; será María quien imponga nombre a su hijo (cf. 1,13), es decir, éste continuará la línea de la madre, no la de José. Hijo del Altísimo (designación divina de alcance universal) (32), no de David, ni de otro padre humano; "ser hijo", no significa solamente nacer por obra de un padre, sino sobre todo heredar la tradición que éste transmite y tener por modelo de comportamiento al padre; no será David el modelo de Jesús; su mensaje vendrá directamente de Dios, su Padre, y sólo éste será modelo de su comportamiento. Grande, por su filiación divina (no sólo "a los ojos del Señor", cf. 1,15); lo llamarán, lo será y será reconocido por tal. David, su padre/antepasado; le corresponde la herencia de David (a través de José), pero el trono no lo obtendrá por pertenecer a su estirpe, sino por decisión de Dios (32; le dará, no "heredará"). En Jesús se cumplirá la promesa dinástica /2 Sm 7,12), pero no será el hijo/sucesor de David (Lc 20,41-44); sino algo completamente nuevo, aunque igualmente perpetuo (Dn 2,22; 7,14). La casa de Jacob (33), las doce tribus, el Israel escatológico.

María no pide pruebas (cf. 1,18), pregunta el modo como esto puede realizarse (34). No vivo con un hombre (lit. "no estoy conociendo varón"): el Israel fiel no espera vida/fecundidad de los hombres, ni siquiera de la línea davídica (José), sino sólo de Dios, aunque no sabe cómo.

Diferencia con Juan Bautista: éste recibe el Espíritu Santo antes de nacer (1,15); Jesús es concebido por obra del Espíritu, la fuerza creadora de Dios (35: fuerza del Altísimo). Te cubrirá con su sombra: se insinúa la idea de "la gloria de Dios" (Éx 40,38; "nube", presencia activa de Dios). La concepción, nuevo acto creador (Espíritu Santo): nace un nuevo Adán, comienza una nueva humanidad. Consagrado, Hijo de Dios, designaciones mesiánicas (Sal 2,7; Lc 4,34). El ángel añade una señal: la fecundidad de Isabel, vieja y estéril, es prueba de la fuerza creadora de Dios (36s).

María no es "una sierva", sino la sierva del Señor (38), representado al Israel fiel (Is 48,8.9.20; 49,3; Jr 46,27s). Su fe contrasta con la incredulidad de Zacarías (1,20). 

lunes, 24 de marzo de 2014

LECTURAS DEL LUNES 24 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. 2 Reyes 5,1-15.

Naamán de Siria y Eliseo (Lv 13).

1Naamán, general del ejército del rey sirio, era un hombre que gozaba de la estima y del favor de su señor, pues por su medio el Señor había dado la victoria a Siria; pero estaba enfermo de la piel. 2En una incursión, una banda de sirios llevó de Israel a una muchacha, que quedó como criada de la mujer de Naamán, 3y dijo a su señora:
-Ojalá mi señor fuera a ver al profeta de Samaría; él lo libraría de su enfermedad.
4Naamán fue a informar a su señor:
-La muchacha israelita ha dicho esto y esto.
5El rey de Siria le dijo:
-Ven, que te doy una carta para el rey de Israel.
Naamán se puso en camino, llevando tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes. 6Presentó al rey de Israel la carta, que decía así: "Cuando recibas esta carta, verás que te envío a mi ministro Naamán para que lo libres de su enfermedad".
7Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las vestiduras, exclamando:
-¡Soy yo un dios capaz de dar muerte o vida para que éste me encargue de librar a un hombre de su enfermedad? Fijaos bien y veréis cómo está buscando un pretexto contra mí.
8El profeta Eliseo se enteró de que el rey de Israel se había rasgado las vestiduras, y le envió este recado:
-¿Por qué te has rasgado las vestiduras? Que venga a mí y verás que hay un profeta en Israel.
9Naamán llegó con sus caballos y carros y se detuvo ante la puerta de Eliseo. 10Eliseo mandó uno a decirle:
-Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia.
11Naamán se enfadó y decidió irse, comentando:
-Yo me imaginaba que saldría en persona a verme y que, puesto en pie, invocaría al Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me libraría de mi enfermedad. 12¿Es que los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar, no valen más que toda el agua de Israel? ¿No puedo bañarme en ellos y quedar limpio?
13Dio media vuelta y se marchó furioso. Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron:
-Señor,  si el profeta te hubiera prescrito algo difícil, lo harías. Cuánto más si lo que te prescribe para quedar limpio es simplemente que te bañes.
14Entonces Naamán bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta, y su carne quedó limpia, como la de un niño.
15Volvió con su comitiva y se presentó al profeta, diciendo:
-Ahora reconozco  que no hay Dios en toda la tierra más que el de Israel. Acepta un regalo de tu servidor.

Explicación.

5,1 No se dicen los nombres de los reyes: probablemente son Benanad de Siria, Jorán de Israel y Josafat de Judá. El nombre Naamán suena a "hermoso", una significación irónica para oídos hebreos; pero puede significar la dedicación al "dios hermoso", Tamuz.

5,7 Dt 32,39; Os 6,1.

5,8 Reconocer que hay un profeta auténtico es un paso para la conversión, porque a través del profeta se revela el poder de Dios; recuérdese la fórmula semejante "que hay un Dios en Israel".

5,12 Tiene razón el sirio: en medio del desierto esos ríos engendran una apoteosis de canales y árboles y una ciudad floreciente.

5,14 También el sumergirse siete veces tiene carácter ritual. En este caso implica fe y obediencia al profeta.

5,15 Es una confesión de monoteísmo: el Dios de Israel es Dios universal.

Salmo. 42,2-3; 43,3-4.

422 Como ansía la cierva corrientes de agua,
así mi alma te ansía, oh Dios.
3 Mi alma está sedienta de Dios,
del Dios vivo.
¿Cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?

433 Envía tu luz y tu verdad
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada,
4 y me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi gozo y alegría.
Te daré gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío.


Explicación.

42,3 "Alma": nepesh es la garganta como órgano que experimenta la sed y como sede de la respiración / vida; es también símbolo del espíritu.

43,3 Dos personificaciones conducirán al desterrado al monte, al templo, al altar.

43,4 Domina el gozo festivo, como en 5c. Desborda el verso la repetición del nombre de Dios: la ausencia se resuelve en presencia.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Para el cristiano la presencia de Dios está en Jesucristo, verdadero y definitivo templo. Con todo, no puede decir que Dios esté siempre a su disposición. Hay en la vida cristiana tiempos de ausencia sentida, de noche oscura y escondimiento. Y en esta vida, nunca la presencia será total; tendremos que contar con la polaridad de ausencia y presencia. Eso enseñan los maestros espirituales y los místicos.

Evangelio. Lucas 4,24-30.

24 Y añadió:
-Os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra.
25 Pero no os quepa duda de que en tiempo de Elías, cuando no llovió en tres años y medio y hubo una gran hambre en toda la región, había muchas viudas en Israel;
26 y, sin embargo, a ningua de ellas enviaron a Elías, pero sí a una viuda de Sarepta en el territorio de Sidón.
27 Y en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel y, sin embargo, ninguno de ellos quedó limpio, pero sí Naamán el sirio.
28 Al oír aquello, todos en la sinagoga se pusieron furiosos
29 y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad y lo condujeron hasta un barranco del monte sobre el que estaba edificada su ciudad, para depeñarlo.
30 Pero él se abrió paso entre ellos y emprendió el camino.


EXPLICACIÓN.

La actitud exclusivista los cierra al mensaje. Jesús acusa: lo que está sucediendo en Nazaret no es más que un caso particular de lo que sucede a todo profeta. Israel es el pueblo que rechaza a los profetas y, en consecuencia, también a Jesús; la incredulidad impide la acción de Dios (24). Ya en el pasado Dios envió a los profetas (Elías y Eliseo) a otros pueblos , en detrimento de Israel (25-27).

Segunda reacción, de extrema violencia (28s). Antes que renunciar a su nacionalismo, quieren matar al enviado de Dios. Su ciudad, construida sobre el monte, alusión a Jerusalén y al templo: la actitud de los habitantes de Nazaret es la de la institución judía. Autoridad y libertad de Jesús (30). Emprendió el camino, la ejecución de su programa, desafiando la hostilidad. 

domingo, 23 de marzo de 2014

LECTURAS DEL DOMINGO 23 DE MARZO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Éxodo 17,3-7.

3Pero el pueblo, sediento, protestó contra Moisés:
-¿Por qué nos has sacado de Egipto, para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y al ganado?
4Moisés clamó al Señor:
-¿Qué hago con este pueblo? 
Por poco me apedrean.
5El Señor respondió a Moisés:
-Pasa delante del pueblo, acompañado de las autoridades de Israel, empuña el bastón con el que golpeaste el Nilo y camina; 6yo te espero allí, junto a la roca de Horeb. Golpea la roca y saldrá agua para que beba el pueblo.
7Moisés lo hizo ante las autoridades israelitas y llamó al lugar Masá y Meribá*, porque los israelitas se habían careado y habían tentado al Señor, preguntando: "¿Está o no está con nosotros el Señor?".

Explicación.

17,3-7 El episodio de la sed y el agua mantiene la estructura sencilla que ya conocemos: una situación crítica, protesta del pueblo, súplica de Moisés, oráculo divino, ejecución y cumplimiento. Véase el paraleo de Nm 20,2-13. Introduce3 dos etimologías de topónimos: el pueblo se ha querellado con Moisés, Meribá (de la raíz ryb), el pueblo ha tentado al Señor, Masá (de la raíz nsh). Solos o combinados, estos dos nombres aparecen con frecuencia como ejemplos en el AT.

17,3 COmo en 16,3 en la protesta popular el sujeto de sacar es el hombre.

17,4 Nm 14,10.

17,5 Lo decisivo es la presencia del Señor dando eficacia a la acción de Moisés. El tema de la roca y el agua recurre en la tradición. Una leyenda judía cuenta que la roca fue siguiendo a los israelitas en todo el viaje; San Pablo alude a ella en 1 Cor 10,15.

17,7* =Tentación y Careo.

Salmo. 95,1-2.6-9.

(Heb 3,7-4,10)


1Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
2entremos a su presencia con acción de gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos. 

6Entrad, doblegados rindamos homenaje
bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  

¡Ojalá le hagáis caso hoy!:
8«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de la prueba en el desierto:
9cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mi acción.
Explicación.

95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música.  

95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
95,8-9 Por la etimología, Meribá suena a Fuente del careo, Masá, a someter a prueba; compárese con Dt 33,8. 
Trasposición cristiana.
Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.  
Segunda Lectura. Romanos 5,1-2.5-8.
1Según lo dicho, rehabilitados ahora por la fe, estamos en paz con Dios por obra de nuestro Señor Jesús Mesías, pues 2por él tuvimos entrada a esta situación de gracia en que nos encontramos y estamos orgullosos con la esperanza de alcanzar el esplendor de Dios.
 5y esa esperanza no defrauda, porque el amor que Dios nos tiene inunda nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.
              6Es que cuando aún nosotros estábamos sin fuerzas, entonces, en su momento, Jesújs el Mesías murió por los culpables. 7Cierto, con dificultad se dejaría uno matar por una causa justa; con todo, por una buena persona quizá afrontaría uno la muerte. 8Pero el Mesías murió por nosotros cuando éramos aún pcadores: así demuestra Dios el amor que nos tiene.
Explicación.
Nueva situación del hombre rehabilitado: paz con Dios, favor de Dios, esperanza. Lo que salva es la vida nueva que Dios infunde (1-2). Nuevo valor para enfrentarse con la vida, con la alegría que produce la experiencia continua del amor de Dios. La esperanza del cristiano y su visión de la vida no son un mero optimismo; se basan en la experiencia interna del amor que Dios le tiene. Primera mención del Espíritu (3-5).

             La promesa no es sólo palabras, está garantizada con la muerte de Jesús (6). La calidad del amor de Dios es tal, que se extiende también a los que están en contra suya (7-8). 

Evangelio. Juan 4,5-42 o* 4,5-15.19-26.39-42.

5. Llegó así a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar, cerca del terreno que dio Jacob a su hijo José;
6. estaba allí el manantial de Jacob.
Jesús, fatigado del camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial. Era alrededor de la hora sexta.
7. Llegó una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo:
- Dame de beber.
8. (Sus discípulos se habían marchado al pueblo a comprar provisiones.)
9. Le dice entonces la mujer samaritana:
- ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
10. Jesús le contestó:
- Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.
11. Le dice la mujer:
- Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de donde vas a sacar el agua viva?
12. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados?
13. Le contestó Jesús:
- Todo el que bebe agua de ésta volverá a tener sed;
14. en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial de agua que salta dando vida definitiva.
15. Le dice la mujer:
- Señor, dame agua de ésa; así no tendré más sed ni vendré aquí a sacarla.

16. Él le dijo:
- Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí.
17. La mujer le contestó:
- No tengo marido.
Le dijo Jesús:
-Has dicho muy bien que no tienes marido,
18. porque maridos has tenido cinco, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
19. La mujer le dijo:
- Señor, veo que tú eres profeta.
20. Nuestros padres celebraron el culto en este monte; en cambio, vosotros decís que el lugar donde hay que celebrarlo está en Jerusalén.
21. Jesús le dijo:
- Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.
22. Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos; la prueba es que la salvación proviene de los judíos;
23. pero se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad, pues el Padre busca hombres que lo adores así.
24. Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con espíritu y lealtad.
25. Le dice la mujer:
-Sé que va a venir un Mesías (es decir, Ungido); cuando venga él, nos lo explicará todo.
26. Le dice Jesús:
- Soy yo, el que hablo contigo.

27. En esto llegaron sus discípulos y se quedaron extrañados de que hablase con una mujer, aunque ninguno le preguntó de qué discutía o de qué hablaba con ella.
28. La mujer dejó su cántaro, se marchó al pueblo y le dijo a la gente:
29. – Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste tal vez el Mesías?
30. Salieron del pueblo y se dirigieron adonde estaba él.
31. Mientras tanto sus discípulos le insistían:
- Maestro, come.
32. Él les dijo:
- Yo tengo para comer un alimento que vosotros no conocéis.
33. Los discípulos comentaban:
- ¿Le habrá traído alguien de comer?
34. Jesús les dijo:
- Para mí es alimento realizar el designio del que me mandó, dando remate a su obra.
35. Vosotros decís que aún faltan cuatro meses para la siega, ¿verdad? Pues mirad lo que os digo: Levantad la vista y contemplad los campos: ya están dorados para la siega;
36. el segador cobra salario reuniendo fruto para una vida definitiva; así se alegran los dos, sembrador y segador.
37. Con todo, en esto tiene razón el refrán, que uno siembra y otro siega:
38. yo os he enviado a segar lo que no os ha costado fatiga; otros se han estado fatigando y vosotros os habéis encontrado con el fruto de su fatiga.
39. Del pueblo aquel muchos de los samaritanos le dieron su adhesión por lo que les decía la mujer, que declaraba: “Me ha dicho todo lo que he hecho”.
40. Así, cuando llegaron los samaritanos adonde estaba él, le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días.
41. Muchos más creyeron por lo que dijo él,
42. y decían a la mujer:
- Ya no creemos por lo que tú cuentas, nosotros mismos lo hemos estado oyendo y sabemos que éste es realmente el salvador del mundo.


Explicación.

Tierra que conserva los recuerdos de los orígenes de Israel (Jacob, José; cf Gn 33,19; 48,22; Jos 24,32), Sicar, la antigua Siquén (Gn 33,18-20; Jos 24,32; Os 6,9) (5).

El manantial de Jacob (6), más adelante llamado el pozo (11.12), que en la tradición judía se convierte en un elemento mítico, que sintetiza los pozos de los patriarcas y el manantial que Moisés abrió en la roca del desierto; cf. Gn 29,2-10; Nm 21,16-18. Es figura de la Ley, de la que brota el agua viva de la sabiduría.

La mujer (7-8) no tiene nombre propio; representa a Samaría, que pretende apagar su sed en su antigua tradición. Encuentro del Mesías con Samaría a solas (cf. Os 2,15s). Dame de beber: Jesús pide una muestra de solidaridad en el nivel humano elemental, que une a los hombres por encima de las culturas y de las barreras políticas y religiosas (9).

Jesús quiere superar la enemistad ofreciendo un don mayor que el que pide. El don de Dios es Jesús mismo (3,16). El agua viva (10) simboliza el Espíritu. Extrañeza de la mujer, como la de Nicodemo (3,5); no conoce más agua que la de la Ley (el pozo) y piensa que ha de extraerse con esfuerzo humano. No se imagina un don de Dios gratuito (11). Conoce el don de Jacob (nos dio), pero no el de Dios (12). Insuficiencia del don hecho por Jacob (13); la Ley no satisface al hombre (cf. Eclo 24,21-23); Jesús ofrece a todos su agua/Espíritu (Is 55), que puede satisfacer las aspiraciones mas profundas del hombre (14); el Espíritu es un manantial interno, no externo como la Ley/pozo; el hombre recibe vida en su raíz misma (dentro); manantial perenne que da vida y fecundidad, desarrollando a cada uno en su dimensión personal. La ley, externa y genérica, despersonaliza; el Espíritu personaliza y comunica una vida que supera la muerte (definitiva). La mujer, dispuesta a abandonar el pozo de la Ley/tradición, que no calma su sed.

Obstáculo para recibir el agua/Espíritu. Cinco maridos (16-18), trasfondo del libro de Oseas, donde la prostituta (Os 1,2) y la adúltera (3,1) son símbolos del reino de Israel, que tenía a Samaría por capital. Prostitución y adulterio: la idolatría, haber abandonado al verdadero Dios (Os 2,4.7-9.15). Alusión a 2 Re 17,24-41, donde se narra el origen de la idolatría de los samaritanos y se mencionan cinco ermitas de dioses, además del culto a Yahvé (2 Re 17,29-32). A estas cifras aluden las palabras de Jesús.

Piensa que la relación con Dios es cultual (19-20). No se trata de elegir entre templos, ha terminado esa época; no hay lugar privilegiado (2,19-2). Mujer (21) significa esposa (cf 2,4). En contraste con la madre de Jesús, que representaba al Israel fiel, la samaritana representa al Israel infiel. Nuevo nombre de Dios: el Padre (21), el dador de vida. Nueva relación, establecida por la comunidad de Espíritu entre Dios y el hombre; excluye todo particularismo (12: nuestro padre Jacob; 20: nuestros padres). Vínculo familiar y personal; el culto será también personal, en el marco de la relación hijo-Padre.

Lo que no conocéis (22), alusión a la infidelidad/idolatría de los samaritanos (cf Dt 13,7). La salvación que proviene de los judíos es Jesús mismo como Mesías (26), salvador de la humanidad entera (cf 11,52).

El verdadero culto a Dios (23) suprimirá el culto samaritano y el judío. No se dará a un Dios lejano, sino al Padre, unido al hombre por una relación personal. Se da culto, se honra al Padre siendo como él, colaborando en su obra creadora, actuando en favor del hombre. Los antiguos cultos y templos sustituidos por el amor leal al hombre (cf. 1,14.17) (el culto con Espíritu y lealtad), que prolonga el del Padre. Urgencia del amor del Padre (el Padre busca). Dios es Espíritu (24), dinamismo de vida/amor; el hombre/hijo ha de comportarse como su Padre: sintonía que lleva a la semejanza. El culto antiguo subrayaba la distancia, humillando al hombre ante Dios; el nuevo (la práctica del amor fiel) tiende a suprimirla, haciendo al hombre cada vez más semejante al Padre. Revelación del Mesías (25-26).

Los discípulos: inferioridad de la mujer (27). La respuesta de la samaritana (28-30) y la de los habitantes abre el horizonte de la cosecha inmediata.

Para mí es alimento (cf. Sal 119,103; Prov 9,5, de la Ley) (34): el designio del Padre es comunicar a los hombres el Espíritu; en otras palabras, terminar la creación del hombre comunicándole la capacidad de amar.

Realizar el designio del Padre se expresa ahora en términos de siembra y siega (36), que están en función del fruto. El salario, el fruto mismo.

Al ocupar la tierra prometida, Israel gozó de bienes que no había trabajado (Dt 6,10s; Jos 24,13). Así ocurrirá ahora a los discípulos, quienes gozarán de la vida en la comunidad mesiánica, nueva tierra prometida, sin esfuerzo propio (37-38), mientras Israel, que rechaza a Jesús, se verá privado de ella (Dt 28,30; Miq 6,15).

La noticia dada por la mujer (39-40) hace comprender a los samaritanos que ha llegado para ellos la hora de la misericordia de Dios (Os 7,1). Dos días, cf Os 6,2: En dos días nos hará revivir. La fe, fruto del contacto personal con Jesús (41-44). Salvador del mundo, cf. 1,29: el que quita el pecado del mundo; 3,16. El tema del profeta rechazado por los suyos se había hecho proverbio (Mt 13,57; Mc 6,4; Lc 4,24; Jr 12,6-9; cf. Jn 1,11).

SÍNTESIS.

El programa universalista de Jesús comienza a realizarse con la llamada del Israel heterodoxo. Los marginados responden, mientras los instalados en el régimen judío lo han rechazado. Jesús supera las barreras creadas por los particularismos étnicos y religiosos (templos); su labor es la personalización del hombre (el designio del Padre), que se alcanza cuando éste posee una nueva calidad de vida/amor (el Espíritu), una nueva actitud respecto a los hombres y al mundo. Dios/el Padre no exige presentes ni dones, él es el dador que comunica vida. El homenaje al Padre ya no consiste, por tanto, en un culto ritual. No hay dos esferas, la de Dios y la de la vida. La existencia misma, dedicada al bien de los demás, que prolonga en el mundo la acción creadora, es el culto que honra al Padre. El amor forma inmediatamente la nueva comunidad humana.

Dios se define como principio dinámico de amor (Espíritu). El sustrato del universo es un amor personal, activo y sin fronteras, hecho presente en Jesús y que por él llega a todo hombre que lo acoge en su realidad humana.

En el hombre, el Espíritu/amor es un nuevo principio vital que toma el puesto de la Ley externa; es constitutivo del hombre y lo que va llevando a su plenitud. El espíritu es único, el de Jesús; por eso crea la unidad en la diversidad.