viernes, 30 de septiembre de 2016

LECTURAS DEL VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2016.


Primera Lectura. Job 38,1.12-21; 40,3-5.

381Entonces el Señor respondió a Job 

desde la tormenta: 
12¿Has mandado en tu vida a la mañana 
o has señalado su puesto a la aurora 
13para que agarre la tierra por los bordes
y sacuda de ella a los malvados,
14para que le dé forma como el sello a la arcilla 
y la tiña como la ropa,
15para que se les niegue su luz a los malvados 
y se quiebre el brazo sublevado?
16¿Has entrado por los hontanares del mar
o paseado por la hondura del océano? 
17¿Te han enseñado las puertas de la Muerte 
o has visto los portales de las Sombras? 
18¿Has examinado la anchura de la tierra?
Cuéntamelo, si lo sabes todo. 
19¿Por dónde se va a la casa de la luz 
y dónde viven las tinieblas?
20¿Podrías conducirlas a su país
o enseñarles el camino de casa?
21Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces 
y has cumplido tantísimos años. 
403Job respondió al Señor:
4Me siento pequeño, ¿qué replicaré", 
me taparé la boca con la mano.
5He hablado una vez y no insistiré; 
dos veces y no añadiré nada.
 
Explicación.
 
38,1 La aparición en una teofanía es un modo solemne. El tema, sobre todo en forma de tormenta, es común en salmos y profetas: p. ej. Sal 18,8-14; 50,3 pleito con el pueblo; 76; 77,17-21; 83,16; 97,2-5. La teofanía presente se ordena al discurso. La respuesta de Dios ha sido una obsesión a lo largo de la discusión: por fin Dios "responde". 
 
38,12-15 La aurora es recreadora del mundo: como un pastor que sacude su manto para espulgarlo, como un artesano que graba formas en la arcilla, como un teñidor que colorea los paños. 

38,12 Sal 101,8; 104,22. 

38,13-15 Recuérdense los habitantes de las tinieblas descritos por Job, 24,13-17; la luz universal y generosa de la aurora no es la de ellos. Corre un paralelismo entre el océano desmandado, la tiniebla nocturna, los malvados. 

38,16-18 Como un viaje cósmico del que uno informa al volver; es la misma imagen que Eclo 24 aplica a la sabiduría. 

38,16 Se trata del océano subterráneo: Gn 7,11; 49,25; Dt 33,13. Bajo él se encuentra el mundo de los muertos, 26,5. 

38,19-20 Continúa la imagen del viaje cósmico. Luz y tinieblas son como dos personajes que se retiran alternativamente a su morada; lo mismo que hombres y animales en Sal 104,20-23.

38,21 La sabiduría es proporcional a la edad, sólo la sabiduría primordial abarca todo el saber del cosmos: Prov 8; Eclo 1; 24. Véase también 15,7. 

40,1-5 Job pedía un pleito con Dios, y se lo han concedido: los términos censor, crítico tienen referencia forense: fiscal, parte, acusador. Job había pedido respuesta a Dios, ahora Dios retuerce la posición y pide respuesta a Job: entra en las reglas del pleito, el que acusa se expone; que la crítica sea responsable. Job pedía una sentencia, que todavía no llega. Job se siente sobrecogido (13,11), consciente de que Dios está por encima de toda crítica, y decide no insistir, contento con la media victoria ganada, hacer hablar a Dios. A estas alturas, Dios no acepta la retirada; le queda algo importante que decir.
 

Salmo. 139,1-3.7-10.13-14.


1Señor, tú me sondeas y me conoces.
2Me conoces cuando me siento 
o me levanto,

de lejos percibes mis pensamientos. 
3Disciernes mi camino y mi descanso, 
todas mis sendas te son familiares. 

7¿Adónde me alejaré de tu aliento?,
¿adónde huiré de tu presencia? 
8Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, ahí estás. 
9Si me traslado al ruedo de la aurora
o me instalo en el confín del mar, 
10allí se apoya en mí tu izquierda
y me agarra tu derecha. 
13Tú has creado mis entrañas
me has tejido en el seno materno.
14Te doy gracias
porque te has distinguido con portentos 
y son maravillosas tus obras.
Conoces perfectamente mi aliento.
Explicación.
139,1 "Sondeas": véanse Jr 17,10; Sal 44,22; Job 28,27.
139,2 Compárense las polaridades con las de Dt 6,7; Is 37,28s. 
139,7 El "aliento" esta imaginado en su emisión vital, no como el de Gn 1: cfr. Sal 63,9. El "rostro" sugiere la manifestación inmediata, la presencia próxima: cfr. Sal 51,12. "Huida" como la de Jonás.
139,8 Cielo y abismo son dos lugares extremos, en los que se halla la pura presencia invariable de Dios: Am 9,2s. Imagina el seol como inmenso dormitorio donde el hombre tiende su lecho: Job 17,13; 21,26. La presencia del Señor en el seol contradice las creencias de Mesopotamia y algunas concepciones bíblicas que declaran a Yhwh extraño al mundo de los muertos: véase Eclo 16,18s.
139,9 La palabra hebrea significa alas, ruedo de un manto, haldas de un vestido; el ruedo es más apto para imaginar la aurora. "El mar", se entiende el Mediterráneo. 
139, 14ab (Adelanto la explicación de este difícil verso). La interpretación varía según se lea primera (texto masorético) o segunda persona, según se reduzca al verbo plh o a pl Alternativas: de modo portentoso he sido distinguido; con tus portentos te has distinguido; soy / eres prodigioso. Hace sentido como conclusión de la segunda sección.
139,13.14c.15.16 Ordeno los versos guiado por el paralelismo. Distingo dos unidades: el organismo y el destino. Del organismo menciona riñones, aliento y huesos; el destino es el curso de los días, conocido o fijado desde el comienzo.
139,13 "Riñones": sede de pasiones, con frecuencia unidos a corazón.
139,14c Forma buen paralelismo con la primera frase de 15: "aliento / huesos", "conoces perfectamente / no se te oculta".

Evangelio. Lucas 10,13-16.


13 ¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho las potentes obras que en vosotras, hace tiempo que se habrían arrepentido vefstidas de saco y sentadas en ceniza.
14 Por eso, el juicio le será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
15 Y tú, Cafarnaún, ¿piensas encumbrarte hasta el cielo? Bajarás al abismo.
16 Quien os escucha a vosotros, me escucha a mí; quien os rechaza a vosotros, me rechaza a mí; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.

EXPLICACIÓN.




Tres ciudades galileas (representan a toda la región) que han rechazado a Jesús. Peor que los paganos, que habrían respondido a su actividad (13s). Ruina de Cafarnaún comparada a la del rey de Babilonia (Is 14,13.15) (15). La identidad de mensaje hace que los enviados representen a Jesús (cf. 9,48; no se ha afirmado de los Doce). Galilea ha rechazado a Jesús, Samaría (primicia del mundo pagano) va a escuchar (16).

jueves, 29 de septiembre de 2016

LECTURAS DEL JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2016.

Primera Lectura: Daniel 7,9-10.13-14 o Apocalipsis 12,7-12.

DANIEL

9Durante la visión vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó:
Su vestido era blanco como la nieve,
su cabellera como lana limpísima;
su trono, llamas de fuego;
sus ruedas, llamaradas.
10Un río impetuoso de fuego
brotaba delante de él.
Miles y miles le servían,
millones estaban a sus órdenes.
Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
13Seguí mirando, y en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo una figura humana, que se acercó al anciano y fue presentada ante él. 14Le dieron poder real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

EXPLICACIÓN.

7,9 Ya en las escatologías proféticas se celebra un juicio universal, antes de que Dios instaure su reinado (Jl 4,12-1; Is 24,21-23; 66,5s).

Los “tronos” son los asientos del tribunal, formado por Dios con su corte. El anciano es Dios mismo: anterior a todo (Isaías II), que “reina desde siempre” (Sal 55,20) Se sienta tranquilamente, por encima de la tempestad terrestre de los imperios (cfr. Sal 65,8). Venerable por su cabellera, vestido en el blanco de la majestad celeste. El fuego que lo rodea lo hace inaccesible y radiante.

7,10 Con el fuego que brota delante de él ejecuta la sentencia (Is 30,27-33). Fuego con flexibilidad de río de lava para llegar adonde lo manden. Los servidores son innumerables (Dt 33,2; Sal 68,18). Se abren los libros en que están registradas las acciones de los hombres (Is 65,6; Mal 3,16; Sal 56,9). No olvidemos que para nuestro autor se trata de una visión.

7,13 En la visión todo era figura, “como”; también en este punto aparece una “figura humana” o “figura de un hombre”. Sustituir la expresión aramea por “hijo de hombre” es calcar, no traducir. Compárese con el hebreo de Sal 8,5; Is 56,2; JR 49,18.33; 50,40; 51,43; Job 35, con el arameo de Dn 4,22 equivalente de 5,21 y 7,8.13. Es una figura humana, contrapuesta a las cuatro fieras; no es un ser misterioso y celeste. No desciende, asciende; aunque, desde el punto de vista del evidente, “viene”.

7,14 El personaje recibe el poder antes concedido a Nabucodonosor (4,33; 5,18), sólo que eterno (como la piedra de 2,44).


APOCALIPSIS.

7 En el cielo se trabó una batalla. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles declararon guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron.
8 y desaparecieron del cielo definitivamente;
9 al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás y extravía a la tierra entera, lo precipitaron a la tierra y precipitaron a sus ángeles con él.
10 Oí en el cielo una aclamación:

-¡Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios,
de su poderío y de su reinado,
y de la potestad de su Mesías!
Porque han derribado al acusador de nuestros hermanos,
al que los acusaba día y noche ante nuestro Dios;
11 ellos lo vencieron con la sangre del Cordero
y con el testimonio que pronunciaron
y no amando la vida hasta temer la muerte.
12 Regocijaos por eso, cielos
y los que en ellos habitáis.
¡Ay de la tierra y del mar!
El diablo bajó contra vosotros rebosando furor,
pues sabe que le queda poco tiempo.

EXPLICACIÓN.

Paréntesis. Miguel (cf. Dn 10,13,21; 12,1) representa la fuerza divina en favor del pueblo de Dios, la comunidad cristiana. La batalla: transposición a nivel trascendente de un antagonismo existente a nivel histórico: Dios (el mensaje de Jesús) niega el carácter divino del poder; éste pretende conservar la usurpada condición divina (Lucharon, etc. ) (7). Mientras el Hombre ha sido elevado a la esfera divina (12,5), su antagonista, el dragón/poder, es expulsado definitivamente de ella. Desacralización del poder político y de sus agentes (sus ángeles), con alusión a la divinización del Estado fomentada por el culto al emperador (8). Se identifica al dragón/poder con la serpiente que provocó el pecado y la muerte del género humano. No es sólo violento, sino también insidioso (9: extravía, como a los primeros padres). Ruina de sus pretensiones: el dragón/poder es sólo una realidad terrestre.

Aclamación: El reinado de Dios y del Mesías en lugar de la tiranía del dragón (10a). El poder y sus agentes acusaban de impiedad a los cristianos por negarse a practicar el culto imperial (cf. Job 1-2; Zac 3,1s); según ellos, acatar el poder equivalía a acatar a Dios (10b). La batalla mítica entre Miguel y el dragón se expone en términos históricos: son los cristianos quienes han vencido al dragón. La muerte de Jesús a manos de los poderes del mundo (la sangre del Cordero) les ha dado fuerza para desafiarlos, sin arredrarse por la pérdida de la vida (11). Alegría por la liberación (12a). El poder, consciente de su fracaso y de su precariedad, va a actuar con mayor saña (12b).

Salmo Responsorial: 138, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8

1Te doy gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu lealtad y tu fidelidad;
porque has exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
has removido el vigor de mi aliento.  
4Que te den gracias, Señor, los reyes del mundo
cuando escuchen tus discursos.
5Que canten los caminos del Señor:
¡qué grande es la gloria del Señor!
7c y tu diestra me salva.
8EI Señor me completará sus favores.
Tu lealtad, Señor, es eterna,
no abandones la obra de tus manos.  

EXPLICACIÓN.

138 Género situaciónAcción de gracias que concluye con un acto de confianza y una petición. Consiste en gran parte en un zurcido de reminiscencias y expresiones convencionales; pero el final es magnífico. Siendo los datos bastante genéricos, es fácil encajarlos en la situación a la vuelta del destierro; también encaja en otras circunstancias parecidas. En el salmo alternan lo personal y lo colectivo, el tú y el él referidos al Señor.

138,1 "De todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros, quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.

138,2 La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".

138,3 Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza: compárese con Esd 1,5.

138,4 Supone el orante que los oráculos del Señor se escuchan en todo el mundo.

138,5 Correlativa de la palabra es la acción, en la cual se manifiesta la gloria del Señor.

138,8 Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio. El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos, sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es garantía de lo que falta.

Transposición cristiana.

El último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.


 Evangelio: Juan 1,47-51

47. Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y comentó:
- Mirad un israelita de veras, en quien no hay falsedad.
48. Natanael le preguntó:
-¿De qué me conoces?
Jesús le contestó:
-Antes que te llamara Felipe, estando tú bajo la higuera, me fijé en ti.
49. Natanael le respondió:
- Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres rey de Israel.
50. Jesús le contestó:
-¿Es porque te he dicho que me fijé en ti debajo de la higuera por lo que crees? Pues cosas más grandes verás.
51. Y le dijo:
- Sí, os lo aseguro: Veréis el cielo quedar abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar por el Hombre.

EXPLICACIÓN.

Jesús describe a Natanael como a modelo de israelita. La mención de la higuera alude a Os 9,10 (LXX): “Como racimo en el desierto encontré a Israel, como en breva en la higuera me fijé en sus padres”. El profeta describía la elección del pueblo; Natanael representa precisamente al Israel elegido que ha conservado la fidelidad a Dios; Jesús renueva la elección (47-48). Reacción entusiasta de Natanael: Rabbí: maestro fiel a la tradición (cf. V.45: Moisés en la Ley); Hijo de Dios: Mesías, el rey mesiánico (v.45: los profetas), interpretando como rey de Israel, el prometido sucesor de David (Sal 2,2.6s; 2 Sm 7.14; Sal 89,4s.27), que restauraría la grandeza del pueblo, no como en boca de Juan Bautista (1,33-34; el Hijo de Dios_ el portador del Espíritu).

La obra del Mesías no se limita a la elección de Israel (higuera). Primera declaración de Jesús sobre sí mismo. Alude a la visión de Jacob en Betel (Gn 28,11-27). Promesa (51: Veréis): la comunicación permanente con Dios en Jesús (el cielo quedar abierto). El Hombre (el portador del Espíritu): el proyecto salvador de Dios no se basa en la realeza davídica (49, de Natanael), sino en la plenitud humana (51). La promesa se realizará en la cruz, cuando vean al que traspasaron (19,37), en quien brilla la gloria/amor (cf. 19,34: sangre y agua).

miércoles, 28 de septiembre de 2016

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 28 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2016.

Primera Lectura: Job 9:1-12, 14-16

1Respondió Job:
2Sé muy bien que es así:
que el hombre no lleva razón con Dios.
3Aunque pretenda pleitar con él,
no le responderá de mil razones una.
4Sabio de mente, rico de fuerza,
¿quién le resiste y queda ileso?
5Él desplaza las montañas de improviso
y las vuelca con su cólera;
6estremece la tierra en sus cimientos
y sus columnas retiemblan;
7manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas;
8él solo despliega el cielo
y camina sobre el dorso del mar;
9creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur;
10hace prodigios incomprensibles,
maravillas sin cuento.
11Si cruza junto a mí, no lo veo,
pasa rozándome y no lo siento.
12Si agarra una presa, ¿quién se la quitará?,
¿quién podrá decirle: “¿Qué estás  haciendo”?
14¡Cuánto menos podré yo replicarle
o escoger argumentos contra él!
15Aunque tuviera yo razón, no recibiera respuesta,
tendría que suplicar a mi adversario;
16aunque lo citara para que me respondiera,
no creo que me hiciera caso;

EXPLICACIÓN.

9-10. Segundo discurso de Job. Después de las razones insulsas de Bildad, especie de paréntesis irrelevante, Job avanza otro buen trecho en su camino audaz, empalmando consigo mismo. Inútil detenerse en refutar a Bildad: puede conceder tranquila e irónicamente lo que éste ha dicho y puede conceder más, y puede competir con los amigos en cantar la grandeza de Dios. ¿Qué concluye esto? Precisamente lo contrario, la crueldad de Dios. Bildad ha proclamado la justicia de Dios concebida en términos de un juez que retribuye a buenos y malos; Job lo niega rotundamente: Dios no distingue entre inocentes y pecadores cuando envía sus calamidades, y si distingue, es para dar ventaja a los malvados. Pero no es ésta la justicia que le preocupa a Job, la del juez imparcial. Cada vez más se apodera del protagonista la idea de un pleito con Dios, en que Dios sea llamado a causa y tenga que discutir y responder a Job, y tenga que reconocer finalmente la inocencia de Job. Junto a esta victoria judicial, lo demás no contará, ni siquiera su propia vida. Al mismo tiempo que la idea lo penetra, Job reconoce lo descabellado del proyecto: ¿estaría Dios dispuesto a comparecer, a responder, a dejarse vencer con los argumentos de Job? Por la fuerza, Dios lo puede; argumentando, Dios lo envuelve; ante la justicia, Dios es soberano; un intento de purificarse sería vano. Con todo, la idea del pleito persiste, y Job sueña con el imposible de encausar a Dios ante un tribunal superior. Es absurdo, y sin embargo Job compone mentalmente y pronuncia el discurso fingido que pronunciaría contra Dios (capítulo 10): es una acusación implacable, basada sobre todo en la conducta de Dios con la propia obra; acusación de malos tratos y denuncia de perversas intenciones secretas.

En la dinámica de la obra, el lector ha de tener siempre ante la vista a Dios que mira y escucha sin que Job lo vea. Finalmente ¿da Job la razón a Satán?, ¿maldice a Dios en este discurso? En el plano de Satán no, porque éste apostaba que la religiosidad de Job era interesada, y aquí la relación de Job con Dios es más desinteresada que nunca, hasta el desprecio de la propia vida. Tampoco son sus palabras una blasfemia despechada, sino más bien expresan una terrible sed de justicia, referida en último término a Dios. Eso sí, las palabras de Job no son una bendición resignada y simple, como en el prólogo. Por debajo de la desesperación alienta la esperanza; a pesar de todo, su justicia la busca en Dios.

9,2-4. Job da la razón a Elifaz repitiendo sus palabras (4,17). Enseguida traspone la cuestión a otro plano, el que le preocupa, el de Dios. Dios siempre tiene razón: inútil discutir, argüir, enfrentarse con él. Más grave, es una razón que muchas veces no entendemos. Con todo, el hombre como Jacob en Gn 32, no ceja en su lucha con Dios, aunque salga siempre cojeando.

9,5-10. Breve himno en el estilo de los salmos. Es el Dios terrible de las teofanías cósmicas, que trastorna sus propias criaturas: la firmeza de las montañas, el ritmo regular de los astros.

9,5-7. Terremoto y tinieblas se juntan con frecuencia en la teofanía: Hab 3; Sal 18; Is 13,10-13; 24; Joel 2,10; 3,15-16. Dentro del libro: 14,18; 18,4 y el cap. 26.

9.8. Véanse is 44,24; 51,13; Jr 10,12; 51,15; Zac 12,1.

9,9. Véanse 38,31; Am 5,8. Quizá se trate de las cámaras del viento sur, según 37,9 y Sal 78,26.

9,10. Termina su primera parte citando otro verso de Elifaz, 5,9.

9,11-12. De lo cósmico pasamos a lo humano, de la grandeza a la sutileza. Extraña cercanía de Dios, palpable e imperceptible, próximo e invisible. Se puede recordar 1 Re 19. Sobre el v. 12b puede verse 2 Sm 16,10 y Ecl 8,4.

9,12-13. Estas imágenes completan la visión cósmica con un aspecto desconcertante, o quizá la canalizan hacia esta aplicación irracional. Dios enojado, victorioso, prepotente. Como si Dios se burlase de la pobre teodicea humana, y el hombre tuviera que echar mano de imágenes inhumanas.

9,15-19. Al tropezar con esta irracionalidad oprimente, Job se refugia en una serie de oraciones irreales, como posibilidades que va ofreciendo la fantasía y que la lucidez del sufrimiento va descartando.

Salmo Responsorial: Salmo 88:10-15

10y los ojos se me nublan de pesar.
Te llamo, Señor, todo el día
tendiendo las palmas hacia ti.
11 ¿Harás tú maravillas por los muertos?, 
¿se alzarán las sombras para darte gracias?
12¿Se anunciará en el sepulcro tu lealtad
o tu fidelidad en el reino de la muerte*?
13¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?
14Yo a ti, Señor, te pido auxilio:
de mañana irá a tu encuentro mi súplica.
15¿Por qué, Señor, rechazas mi aliento
y me escondes tu rostro?

Explicación.

88,11-13 Tema clásico (Sal 30,10; Is 38, 18s; Eclo 17,27s) expuesto aquí con especial vigor. Revelar es revelar a alguien: los muertos no son alguien a quien Dios pueda revelar sus cualidades. Los repa'im son las sombras o manes o ánimas de las creencias populares. "Anunciar" o contar: verbo frecuente en el salterio. "La tiniebla": léase el desarrollo en Job 10. "Tierra del olvido": expresión única; compárese con Sal 31,13; Ecl 9,5.

88,11 * O: milagros.

88,14 La mañana es el tiempo clásico de ser escuchados y recibir favores divinos. El orante todavía subsiste en el ritmo de día y noche (2), pero tiene prisa porque el tiempo se acaba.

88,15 Pero en vez de favor, recibe rechazo, y al amanecer ve cubierto el rostro de Dios: en contraste Sal 17,15.

Transposición cristiana.

Los comentaristas antiguos ponen este salmo en boca de Jesús en Getsemaní y en la cruz. La certeza de la resurrección no le ahorró la amargura de la copa que el Padre le alargaba: Mc 14,33; Lc 22,44. Al morir él, toda la tierra quedó en tinieblas. Hay que dejar al salmo que, sin paliativos, desarrolle todo su patetismo y nos ayude a contemplar la trágica grandeza de la muerte de Jesús. Sólo así mostrará toda su fuerza la resurrección. Ahora por los muertos "hace prodigios".

Evangelio: Lucas 9:57-62 

57 Mientras iban por el camino, le dijo uno: - Te seguiré adondequiera que vayas.58 Jesús le respondió: - Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. 59 A otro le dijo: - Sígueme. Él respondió: - Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. 60 Jesús le replicó: - Deja que los muertos entierren a sus propios muertos; tú vete a anunciar por ahí el reinado de Dios. 61 Otro le dijo: - Te seguiré, Señor, pero permíteme despedirme primero de mi familia. 62 Jesús le contestó: - El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios.

EXPLICACIÓN.


Los setenta. 57-62. Llamada. Cuando los mensajeros, discípulos procedentes del judaísmo, han fracasado en su misión precursora, se abre un nuevo horizonte de discipulado. Nuevos discípulos, en número de tres, como los primeros mencionados (5,8-11); estos anónimos tipifican el nuevo grupo, de procedencia samaritana.




El primero se ofrece espontáneamente y sin condiciones, mira al futuro (37); el Hombre,labor infatigable, desarraigo de todo (58). El segundo es invitado (59); el padre, figura de la tradición (vínculo con el pasado), muerta como los que se atienen a ella (cf. Mt 8,21) (69). El tercero se ofrece, pero se siente ligado a su ambiente (61: mi casa/familia, figura de Samaría): la opción por el Reino universal rompe con todo particularismo (62).

martes, 27 de septiembre de 2016

LECTURAS DEL MARTES 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2016.


PRIMERA LECTURA. Job 3,1-3.11-17.20-23.

1Entonces Job abrió la boca y maldijo su día 2diciendo: 

3¡Muera el día que nací, la noche que dijo:
«Han concebido un varón»! 
11 ¿Por qué al salir del vientre no morí 
o perecí al salir de las entrañas? 
12¿Por qué me recibió un regazo
y unos pechos me dieron de mamar? 
13Ahora reposaría tranquilo
y dormiría en paz,
14como los reyes y consejeros de la tierra 
que reconstruyen ciudades derruidas; 
15 o como los nobles que poseyeron oro
y llenaron de plata sus palacios. 
16Ahora sería un aborto enterrado,
una criatura que no llegó a ver la luz. 
17AIIí acaba el tumulto de los malvados, 
allí reposan los que están rendidos, 
20¿Por qué dio a luz a un desgraciado 
y vida al que la pasa en la amargura, 
21al que ansía la muerte que no llega
y escarba buscándola, más que un tesoro, 
22al que se alegraría ante la tumba
y gozaría al recibir sepultura,
23al hombre que no encuentra camino 
porque Dios le cerró la salida? 

Explicación.

3,1-2 Rompe el silencio Job y su voz suena como un grito desde la profundidad, como en los salmos 22 y 130. La apuesta de Satán era que Job maldeciría a Dios a la cara; en vez de ello, Job maldice el día que nació, es decir, su existencia entera desde su raíz temporal, concepción y nacimiento (3-10). Después (11-19) Job se queja con la pregunta clásica "por qué": es una fórmula que puede significar protesta, rebelión, como en Ex 17,3; Nm 11,4; 14,3; también puede significar súplica dolorida y confiada, como en muchísimos salmos. En la tercera parte, repitiendo la queja, Job se dirige a Dios y se mira a sí. 

3,11-19 Al otro extremo de la vida está la muerte. Ya que es imposible abolir el nacimiento.-y-desandar hasta el comienzo el tiempo, al menos se puede invocar y desear el otro extremo: llegar al no existir por la salida de la muerte. De nuevo la muerte está vista con nostalgia, desde el dolor; y la nostalgia transforma en valores positivos lo que es simple negación: no se distinguen, no trabajan, no sufren, no hay malvados. El verso 16 se leería mejor después del 12. 

3,11 Job 10,19. 

3,13 Ecl 6,5. 

3,14 Mausoleos: con una leve corrección. Otros retienen el original hebreo, que habla de ruinas. 

3,17-18 Prisioneros de guerra condenados a trabajos forzados. Por contraste, la vida se presenta como esclavitud, prisión, trabajo forzado. Pequeños y grandes en sentido social. 

3,20-26 Los dos extremos de la vida, los dos accesos al no ser, están en manos de Dios, y Dios es responsable de ellos. Cuando Job maldecía, tenía presente el nacimiento; cuando Dios se presenta a su conciencia, Job se queja sin comprender: ¿por qué Dios nos encomienda la vida sin contar primero con nosotros?, ¿por qué da vida al que desea la muerte?, ¿es la vida un bien, o es bien lo que uno desea? Desde las breves frases de resignación pronunciadas en los capítulos 1 y 2 hasta aquí la conciencia de Job ha avanzado en profundidad, y ha sido el dolor lo que ha intensificado la conciencia. 

3,21 El reino de la muerte está escondido bajo tierra: se cava la sepultura como se cava buscando un tesoro.


SALMO. 88,2-8.

2Señor Dios mío, de día te pido auxilio, 
de noche grito en tu presencia. 

3Uegue hasta ti mi súplica, 
inclina el oído a mi clamor.
4Que mi ánimo está colmado de desdichas 
y mi vida está al borde del Abismo.
5Ya me cuentan con los que bajan a la fosa, 
soy como un hombre inválido; 
6confinado entre muertos, como las víctimas 
que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria 
porque fueron arrancados de tu mano.
7Me has colocado en 10 hondo de la fosa, 
en tinieblas abismales.
8Tu cólera pesa sobre mí,

me arrojas tus rompientes. 

Explicación.


88,2-3 El hebreo sigue-un orden refinado: "Señor, Dios de mi salvación, de día clamo, de noche en tu presencia". A pesar de lo que sufre, sigue orando el moribundo y orando morirá.
88,4 "Saciado de desgracias": balance de una vida o impresión final. "Vida y Seol": contigüidad de vida y muerte, patente a la conciencia.
88,5 "Los que bajan a la fosa": véase Ez 31,14.16; 32. "Hombre" o varón (fuerte) inválido: apurando contrarios.
88,6 "Confinado": imaginemos un hospital de campaña, entre heridos desahuciados. Otros traducen "emancipado" (cfr. Job 3,19), que es otra paradoja: finalmente libre ... con los muertos. "Víctimas": caídos en batalla o ajusticiados o asesinados. Dios no se acuerda de ellos: en contraste con Sal 8; compárese con Job 14,13-15.
88,7 Empieza la serie en segunda persona, con una acumulación de términos de lugar.
88,8 Cuando Dios es sujeto de "apoyar", el verbo tiene valor positivo. El orante retuerce la expresión: es tu cólera la que se apoya o pesa. 
Transposición cristiana.
Los comentaristas antiguos ponen este salmo en boca de Jesús en Getsemaní y en la cruz. La certeza de la resurrección no le ahorró la amargura de la copa que el Padre le alargaba: Mc 14,33; Lc 22,44. Al morir él, toda la tierra quedó en tinieblas. Hay que dejar al salmo que, sin paliativos, desarrolle todo su patetismo y nos ayude a contemplar la trágica grandeza de la muerte de Jesús. Sólo así mostrará toda su fuerza la resurrección. Ahora por los muertos "hace prodigios".
EVANGELIO. Lucas 9,51-56.


51 Cuando iba llegando el tiempo de que se lo llevaran a lo alto, también él resolvió ponerse en camino para encararse con Jerusalén.
52 Envió mensajeros por delante; éstos entraron en una aldea de Samaría para preparar su llegada, 
53 pero se negaron a recibirlo, porque había resuelto ir a Jerusalén.
54 Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le propusieron:
- Señor, si quieres, decimos que caiga un rayo y los aniquile.
55 Él se volvió y los increpó.
56 Y se marcharon a otra aldea.

EXPLICACIÓN.

Quinta sección del Evangelio (9,51-19,46), que abarca el viaje de Jesús a Jerusalén. Se divide en tres subsecciones: 1) Preámbulo (9,51-10,24); 2) Parte central del viaje (10,25-18,30); 3) Subida a Jerusalén (18,31-19,46). El punto central se sitúa en la denuncia de Jerusalén (13,31-35).

Preámbulo (9,51-10,24). En los prolegómenos de la sección del viaje, típica de Lc, se describen una serie de acontecimientos que culminarán en la designación de un grupo alternativo al de los Doce, los Setenta, de origen samaritano.




Decisión irrevocable. 51-56. Comienza el viaje que terminará en Jerusalén (19,29-48), desde donde Jesús efectuará su éxodo (9,31), designado aquí como ser llevado a lo alto(Hch 1,2.11.22). El propósito del viaje es enfrentarse con Jerusalén/institución judía (también él, cf. Ez 6,2; 13,17; 21,2.7). Los mensajeros, que deben preparar el camino de Jesús entre los samaritanos (cf. 7,27: Juan Bautista, que lo prepara entre los judíos) les anuncian que Jesús va a Jerusalén (como un Mesías nacionalista inaceptable para los samaritanos), pero no que va a enfrentarse con ella; de ahí el rechazo (52s). Santiago y Juan, espíritu de violencia (cf. 6,27s); quieren repetir el castigo de Elías (2 Re 1,10.12); conciben a Jesús como a un nuevo Elías (reformista violento) (54). Increpar, el verbo usado para los endemoniados (4,35.41 y 9,42: "conminar") (55).