lunes, 20 de febrero de 2017

LECTURAS DEL LUNES 20 DE FEBRERO DEL AÑO 2017.

Primera Lectura: Eclesiástico 1,1-10.

1Toda sabiduría viene del Señor 
y está con él eternamente. 
2La arena de las playas, las gotas de la lluvia, 
los días de los siglos: ¿quién los contará? 
3La altura del cielo, la anchura de la tierra, 
la hondura del abismo: ¿quién las rastreará? 
4Antes que todo fue creada la sabiduría, 
la inteligencia y la prudencia antes de los siglos. 
6La raíz de la sabiduría: ¿a quién se reveló?; 
la destreza de sus obras: ¿quién la conoció? 
8Uno solo es sabio: sentado en su trono 
impone respeto.
9EI Señor en persona la creó, la conoció y la midió, 
la derramó sobre todas sus obras; 
10la repartió entre los vivientes, según su generosidad; 
se la regaló a los que lo aman. 

Explicación.

1,1 Véanse Prov 2,6; 8,21 s; Sab 8,21. Compárese con Jn 1,1.18; Sant 3,17. 

1,2-3 Ejemplos de números indefinidos y dimensiones inabarcables: Sal 139,8s; Is 40, 12s; Job 28,24-27. 

1,4 Hay una sabiduría creada, primogénita y primicia: véase Prov 8,22-30; para las cualidades emparentadas véase Prov 1,1-6. Algunos manuscritos añaden un verso: "La fuente de la sabiduría es en el cielo la palabra de Dios, y sus canales son los mandamientos eternos". 

1,8 Con plenitud de sentido, sólo de Dios podemos decir que es sabio, y por ello es sobrecogedor, temible: Sal 76. "Sentado en su trono" como rey, a quien compete de modo especial la sabiduría: Prov 25,1 s. 

1,9-10 Responde a las preguntas de los vv. 2-3. Parece establecer una gradación. Todas las criaturas llevan impreso el sello de la destreza del Creador; todos los vivientes participan activamente de una sabiduría; sus "amigos", o sus fieles, la reciben como don particular: cfr. Ecl 2,26; Bar 3,37. 

Salmo: 93,1,2-5.

1EI Señor reina, de majestad vestido, 
el Señor, vestido y ceñido de poder. 
Así está firme el orbe y no vacila. 
2Tu trono está firme desde siempre,
tú eres eterno.
5Tus mandatos son eficaces;
a tu casa corresponde la santidad, 
Señor, por días sin término. 
Explicación.
93,1 Propone el tema de la realeza: compárese con Is 24,23; 52,7; Sal 47,9. Yhwh es rey, tiene una "casa" o palacio, se sienta en un "trono" estable, "se viste" el manto real," se ciñe" el fajín del poder, pronuncia "decretos" inmutables. El "orbe" está asentado sobre el océano subterráneo de agua dulce (Apsu ).
93,2 El "trono" es celeste: Is 6,1; 66,1 "Eterno" designa un tiempo indefinido.
93,5 Por el contexto, creo que se refiere a los decretos cósmicos, como en otros textos: Gn 1; Sal 148,6; Job 28,26; Jr 5,22; 31,35s. 

Transposición cristiana.
El evangelio presenta narrativamente la victoria de Jesús sobre las aguas: Mt 8,24-27par; alusiones escatológicas se leen en Lc 21,25 Y Ap 12, 15; 17,15. La violencia se desata contra Jesús, hasta la aparente victoria de su muerte; al vencerla con su resurrección se inaugura su reinado. 
Evangelio: Mc 9,14-29.
El niño epiléptico (Mt 17,14-20; Lc 9,37-43a) 

14Al llegar él adonde estaban los discípulos vio en torno a ellos una gran multitud} a unos letrados que discutían con ellos. 15 Al ver a Jesús, toda la multitud quedo desconcertada; pero, en seguida, echando a correr, se pusieron a saludarlo. 16Él les preguntó: 
-¿De qué discutís con ellos? 
17Uno de la multitud le contestó: 
-Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que lo deja mudo. 18 Cada vez: que lo agarra, lo tira por tierra, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, pero no han tenido fuerza. 
19Reaccionó Jesús diciéndoles: 
-¡Generación sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros?, ¿hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo. 
20Se lo llevaron y, en cuanto lo vio el espíritu, empezó a retorcer al chiquillo; cayó por tierra y rodaba echando espumarajos. 21Jesús le preguntó al padre: 
-¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? 
Respondió: 
-Desde pequeño; 22y muchas veces lo ha tirado al fuego y al agua para acabar con él. Si algo puedes, conmuévete y ayúdanos. 
23Jesús le replicó: 
-¡Ese «si puedes»! Todo es posible para el que tiene fe. 
24Inmediatamente el padre del chiquillo gritó: 
-¡Fe tengo, ayúdame en lo que me falta! 
25 Al ver Jesús que una multitud acudía corriendo, intimó al espíritu inmundo: 
-¡Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él! 
26Entre gritos y violentas convulsiones salió. El chiquillo se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que había muerto. 27Pero Jesús, cogiéndolo de la mano, lo levantó y se puso en pie. 
28Cuando entró en casa sus discípulos le preguntaron aparte: 
-¿Por qué no hemos podido echarlo nosotros? 
29Él les replicó: 
-Esta ralea no puede salir con nada, más que pidiéndolo. 

EXPLICACIÓN.

La mención de los letrados señala la temática común a esta escena y a la anterior (9,11): la llegada del Mesías preparada por Ellas. Los letrados acosan a los discípulos (14). La situación de la multitud está representada por dos figuras: el chiquillo epiléptico (desesperación causada por la doctrina de los letrados, que promete una salvación milagrosa en un futuro incierto, renunciando a todo esfuerzo por remediar la injusticia) y el padre (esperanza en Jesús). Los discípulos, que no comprenden el mesianismo de Jesús (8,30.32s; 9,10s), son incapaces de responder a los letrados y de ofrecer alternativa al pueblo (17-18). Generación infiel: Ia del Mesías, que incluye a los discípulos (8,12.38) (19). El pueblo oprimido se rebela violentamente (espíritu inmundo); mal antiguo en Israel (21: desde pequeño). Esa doctrina lo lleva a conatos de violencia que lo destruyen: el fuego, en relación con Elías (1,30s; 9,4), el agua con Moisés (9,4, éxodo violento). Oración vacilante del padre (si algo puedes) y respuesta de Jesús (22-23). Nueva oración: confía en Jesús, pero reconoce su propia ambigüedad (24). Se acerca la multitud los seguidores no israelitas. Liberación del chiquillo/pueblo (25-26) que equivale a la resurrección de un muerto (5,41); coger de la mano: levantar, cf. 1,31, 5,41 s (27). Pregunta de los discípulos en privado en casa de Israel mesiánico (3,20; 7,17); aparte, incomprensión (cf. 4,34;6,32; 7,33; 9,2). Fracaso en su actividad (cf. 6,7) (28). La respuesta de Jesús Implica que también ellos están poseídos por ese espíritu (reformismo violento), necesitan pedirle a él que los libere de su infidelidad; cf. 10,47,48) (29).

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