jueves, 16 de noviembre de 2017

LECTURAS DEL JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2017.


PRIMERA LECTURA. Sabiduría 7,22 -- 8,1.


22porque la sabiduría, artífice del cosmos, me lo enseñó.
Reflejo de la luz eterna
En efecto, es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, 
móvil, penetrante, inmaculado,
lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, 
23incoercible, benéfico, amigo del hombre, 
firme, seguro, sereno, todopoderoso, todovigilante,
que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos. 
24La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento, 
y, en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo; 
25porque es efluvio del poder divino,
emanación purísima de la gloria del Omnipotente
por eso nada inmundo se le pega.
26Es reflejo de la luz eterna,
espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su bondad. 
27Siendo una sola, todo lo puede;
sin cambiar en nada, renueva el universo,
y, entrando en las almas buenas de cada generación, 
va haciendo amigos de Dios y profetas;
28pues Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría. 
29Es más bella que el sol y que todas las constelaciones 
comparada a la luz del día, sale ganando,
30pues a éste lo releva la noche,

mientras que a la sabiduría no la puede el mal. 
8 1 Alcanza con vigor de extremo a extremo 
y gobierna el universo con acierto.  
 
Explicación.


7,22-24 Nuevo alarde estilístico del autor. Son 21 adjetivos (3x7) de formación típicamente griega. ¿Se puede definir el sentido conceptual de cada adjetivo?, ¿lo pretendía el autor? La impresión es la contraria.

El autor parece más bien inspirarse en algunos campos simbólicos: de la luz, del aire o viento, de virtudes humanas. Antecedentes en el AT pueden ser: la Gloria de Dios y el Espíriru de Dios. La gloria es luz y resplandor que llena la tierra, es móvil y protege al pueblo; el aliento de Dios se cierne, penetra, incita, ayuda al hombre; véanse v. 25; cap. 1; 9,11.

7,22 "Espíritu inteligente": título que dan a Dios los estoicos. La tradición platónica distinguía un alma inteligente de otra afectiva, con sede en la cabeza y en el pecho. "Uno y múltiple" forman la clásica oposición de la filosofía griega. En sentido parecido al presente, 1 Cor 12,4.11. "Sutil" se dice de objetos materiales y también de la mente. "Penetrante" se dice de los sentidos y de la inteligencia; también de colores en sentido de "claro, patente". "Inmaculado"; la palabra significa también "que no mancha"; el sentido auténtico se explica en el v. 25. "Lúcido" se dice de sonidos, letras, signos. "Invulnerable"; también significa "inofensivo". "Agudo" se usa en sentido material de armas, ángulos, metafóricamente, de los sentidos, y puede decirse de un sonido "chillón".

7,23 "Firme" incluye la gama de constante, duradero, certero, garantizado, etc., recuérdese el "espíritu firme" de Sal 51,12.
«Seguro" es casi sinónimo: inconmovible, que no vacila, de fiar. "Todopoderoso, todo vigilante"; véase Eclo 42,20-21. "Que penetra ... ": véase 1,4; 7,7. "Espíritus" mencionados en el v. 20b, no restringidos al hombre"Puro" equivale a inmaterial. La sabiduría, que trasciende al hombre, penetra en él y lo hace sabio, pero sin quedar encerrada o impedida.

Es una carta de valores que desborda todo lo sugerido en 7,9-11 y los catálogos de bendiciones materiales de textos antiguos. Podría apelar a muchos filósofos y a mentes selectas del tiempo. Viniendo del hebreo tan pobre en adjetivos, el autor se entrega con fruición a la solicitación griega.

7,24-8,1 Estos versos son en parte explicación de algunos atributos enumerados, en parte explican el origen divino de la sabiduría; ambos elementos están entretejidos, pues el origen divino explica y justifica las propiedades.

7,24 Comenta 22c: "móvil, penetrante". "Pureza" también con el sentido de "inmaterial". El ámbito es el universo entero.

7,25 Véase Eclo 24,3. Por la etimología, "efluvio" es, en griego, el aliento de la boca, en el campo simbólico del aire. "Emanación", en español como en griego, nos lleva al campo simbólico del agua: Dios, hontanar secreto de esa agua purísima, genuina (<<Que bien sé yo la fuente que mana y corre"). "Nada inmundo", comenta 22c, "inmaculado"; quizá se aluda a la oposición de lo puro y lo impuro, clásica del culto.

7,26 Pasamos al campo simbólico de la luz, en la línea de Ex 24,17; Ez 1; Job 36,22; Hab 3,4; etc. El montaje no favorece la precisión de cada imagen, más bien conjura una visión sugestiva.

7,27ab Suena como comentario al doble atributo "uno-múltiple", en clave de actividad. Esta capacidad de renovar cambiando es un dato fundamental en el pensamiento del libro y alcanzará su formulación máxima en el último capítulo. La frase es como una combinación de dos sentencias bíblicas: Sal 102,28 y Sal 104,30; Además es posible escuchar una alusión al "motor inmóvil" de filósofos griegos.

7,27cd "Amigo de Dios": Abrahán (Is 41,8). Profetas se puede entender en sentido amplio (Sal 105, 15).

7,28 Compárese esta frase con 4,10 y 11,26. La convivencia con la sabiduría es el tema dominante del capítulo siguiente.

7,29 Es de notar la ausencia de la luna, aquí y en todo el libro; ¿es que le falta el . esplendor solar y la armonía de las constelaciones? Véase Eclo 43,6-8.


7,30 La correlación es "luz-bondad", recogiendo el v. 26; lo cual muestra el valor simbólico de la luz, que podría remontarse mediatamente a Platón. Por la perfección de su bondad, es incompatible con las almas injustas, 1,4-5. 
8,1 Imagen complementaria de 7,24. En el plano simbólico no se excluyen, sino que 
marcan una polaridad. Véase 1,7. 

SALMO. 119,89-91.130.135.175.


89Tu palabra, Señor, en el cielo 
está firme por siempre.
90De generación en generación tu fidelidad: 
afirmaste la tierra y permanece.
91Por tu disposición permanecen hasta hoy; 
el universo está a tu servicio. 
130La explicación de tu palabra ilumina, 
instruye a los inexpertos.  
135Muestra a tu siervo tu rostro radiante, 
enséñame tus normas. 

175Viva mi alma para alabarte;
tu mandamiento me auxiliará. 
Explicación.
119,89-96 El tema de la perpetuidad atrae motivos cósmicos de creación: duración celeste, estabilidad de la tierra. En contraste entra la condición caduca del ombre: perece por el sufrimiento, por la persecución del enemigo. Necesita que Dios lo salve y le dé, mantenga la vida. La "palabra" de Dios aparece "plantada" en el cielo, donde cobra su firmeza y seguridad (cfr. Sal 89,3). Como en castellano, la palabra hebrea "acabado" contiene una sugerente ambivalencia. Es lo llevado a cabo, perfecto, y es lo que se acaba. Perfil y forma son perfección desde dentro, límite desde fuera. Sólo el mandato de Dios se dilata inmensamente. 
119,129-136 "Admirables" o maravillosos, desbordan la comprensión del hombre, pero puede ponerlos en práctica. La Ley ilumina (Sal 19,9.12) y también Dios cuando muestra "su rostro radiante". No llora sus pecados, sino los ajenos: ¿es un llanto penitencial vicario?, ¿llora por celo de la ley, de compasión por los desgraciados? Los preceptos son como un aire que se "aspira" ansiosamente. 

119,168-176 La última estrofa tiene algo de recapitulación, no mucho: clamor y súplica y alabanza. Pide a Dios: enseñanza, liberación, salvación, auxilio, vida; todo ello vinculado a la observancia de la ley. El último verso es inesperado. Trae el tema, ya tratado, del camino y evoca la conocida imagen pastoril. Ahora bien, después de tantas protestas de observancia y amor y celo y cumplimiento, ¿cómo es que se siente "oveja extraviada" que el Señor debe "buscar" y encaminar? Con un acto de súplica humilde concluye el orante su largo salmo y, al proseguir su camino, lo acompaña el recuerdo: "no olvido tus mandatos".
Conclusión. Al terminar fatigosamente los 176 versos del salmo, uno podría pensar que ha leído una síntesis de teología bíblica: nada de eso. Sería enorme la lista de cosas importantes que no han tenido cabida en el salmo, y no por falta de sitio. Recordemos algunas.
El título de Dios "santo", relativamente frecuente en el salterio; el templo o santuario con los sacrificios y el culto. Dios no aparece como rey y no hay rey humano. No se pronuncian el verbo crear ni su equivalente modelar (sólo hacer). La historia entera ha desaparecido: ni siquiera la salida de Egipto merece una mención. Un verbo tan frecuente como salir, sacar, no se pronuncia. La ley de Israel estaba firmemente anclada en la alianza y ligada a los relatos del Sinaí: el autor no se acuerda de ellos. Nada se escucha del cuidado debido a pobres y débiles.
Son temas tan corrientes, tan queridos y tratados, que su ausencia del salmo suena a exclusión deliberada del autor. Lo ha eliminado casi todo para quedarse a solas con su amada ley. 
Transposición cristiana.
Muchos títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto, donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida de Cristo. La lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña "el camino auténtico de la vida".  
EVANGELIO. Lucas 17,20-25.
20 A los fariseos, que le preguntaban cuándo iba a llegar el reinado de Dios, les contestó:
- La llegada del reinado de Dios no está sujeta a cálculos,
21 ni podrán decir: "Míralo aquí o allí; porque el reinado de Dios está a vuestro alcance.
22 Y a sus discípulos les dijo:
- Llegará un tiempo en que desearéis ver el primero de los días del Hombre y no lo veréis.
23 Entonces os dirán: "Míralo aquí, míralo allí"; no vayáis ni corráis detrás, 
24 porque, igual que el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del horizonte, así ocurrirá con el Hombre.
25 Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por esta generación.
Explicación.
D `. La llegada del reinado de Dios. 17,20-37. Nuevos personajes, los fariseos. Temática: La llegada del reinado de Dios (cf. 11,14-32). Para los fariseos, la llegada del Reino se identifica con la restauración gloriosa de Israel como nación, por una intervención divina extraordinaria. No está sujeta a cálculos (20), porque el Reino no se instaurará mediante una intervención divina decidida de antemano, sino que su llegada exige la colaboración del hombre; de hecho, tampoco se tratará de la restauración de Israel como nación. Dada la presencia de Jesús, la opción por el Reino ya es posible (21).

Aprovecha Jesús la pregunta para instruir a los discípulos (22), influenciados por la doctrina farisea. El primero de los días del Hombre; el gr. mian puede significar "uno" o, por semitismo, "el primero" (cf. 24,1); parece tratarse, pues, del día de la inauguración del Reino, interpretado por los discípulos en el sentido fariseo. Para Jesús, la llegada del Reino incluye dos aspectos: la destrucción de Jerusalén y la entrada de los paganos (22,29-33; cf. 9,27). No deben hacer caso de noticias sobre una posible llegada (23); ésta será evidente y perceptible por todos (con los mejores mss. se omiten las palabras "en su día") (24); su aspecto de ruina será consecuencia del rechazo de Jesús por parte de los dirigentes judíos (25).

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